Luego de 14 años, terminó el juicio a agentes acusados de integrar un grupo policial que habría asesinado extrajudicialmente a cuatro jóvenes en Trujillo.
Luego de 14 años, terminó el juicio a agentes acusados de integrar un grupo policial que habría asesinado extrajudicialmente a cuatro jóvenes en Trujillo.

El periodista y escritor Renato Sandoval González es el autor del libro ‘El Escuadrón de la muerte, el caso del coronel Elidio Espinoza’. Él investigó a profundidad las muertes perpetradas por el grupo de policías a quienes la Corte Suprema confirmó la condena de 30 años de prisión por los delitos de secuestro agravado y homicidio calificado por alevosía, en agravio de cuatro jóvenes. En esta edición, el comunicador social profundiza sobre este sonado caso, y da detalles de hechos que sirvieron para revelar las ejecuciones extrajudiciales.


¿Qué sensación te deja el fallo que ratifica la condena contra este grupo policial?

Se hizo justicia con relación a la muerte de estas cuatro personas a manos de una intervención policial que fue una farsa y que varias personas, instituciones y algunos medios de comunicación callaron por esa componenda que había en esa época de que la Policía tenía que actuar de manera extraoficial, al margen de la ley, para reducir el impacto de la delincuencia, sin sopesar la integridad de personas que no tenían nada que ver en actos delincuenciales, como es el caso de Carlos Iván Mariños Ávila, que murió en ese ataque violento de la Policía.


¿Un fallo que llega después de 14 años es justicia?

El término hacer justicia, que he mencionado, es poco efímero, porque nadie devuelve la vida de las personas que perecieron. Sí, la justicia es demasiado lenta, demasiado perezosa cuando se lo propone, porque el fin del juicio no solamente es que paguen las culpas los responsables, también que se detengan los abusos y luego de 14 años, aparentemente, es una justicia medio tibia, que no recompone a esas familias que perdieron a sus seres queridos en ese ataque.


En tu libro recogiste el testimonio de Kelly Ruiz, panadera que presenció lo ocurrido el 27 de octubre de 2007. ¿Fue clave esa declaración?

Su testimonio es clave porque observa cuando uno de sus clientes, Carlos Mariños, sube a un vehículo policial y llevan su moto en la camioneta, pero lo ve con vida. Ella se da cuenta de que este joven había sido detenido y ella se convierte en una pieza clave en el juicio, porque con su testimonio desbarata la hipótesis más fuerte de la Policía, que era que jóvenes en motocicletas vieron un convoy policial y comenzaron a atacar a la Policía, y ellos en defensa comenzaron a dispararle a estos jóvenes.


¿Se fabricaron pruebas durante las diligencias?

Primero la Policía fabricó ese escenario de un ataque de unos sujetos contra un convoy policial, luego se pierden las armas físicamente, pero había quedado un registro a través de un papel. La teoría con la cual la Suprema ratifica la condena es que no hubo un enfrentamiento armado porque los calibres de los orificios en el convoy no eran compatibles con las supuestas armas que tenían los supuestos delincuentes. Ahí se tumban la teoría de que hubo un ataque de los delincuentes a los policías y ellos, en defensa, atacan a estos jóvenes. Además, los disparos fueron de arriba hacia abajo, es decir es una ejecución a corta distancia.


¿Crees que este caso va a marcar un precedente?

Hay un hecho que va a marcar la historia de la justicia del país. Es la primera vez que la Sala Superior de Justicia de una Corte condena a un absuelto, por lo general las salas ratifican o fallan en contra de la primera instancia. En este caso, la primera instancia absuelve a los policías, va a la sala presidida por Víctor Burgos Mariños y él condena a 30 años. Es la primera vez que una sala condena. Con esto se genera una jurisprudencia, que la sala puede también condenar a un absuelto en primera instancia, y eso es positivo en el campo legal porque se van a acortar los tiempos.

¿Crees que hay un mal manejo de la Policía respecto a la lucha contra el crimen?

Debe haber una reforma policial. La institución policial, que persigue y hace cumplir la ley, no está actuando de manera preventiva, no hay un trabajo de inteligencia ni del uso de la tecnología para prevenir delitos. Se actúa más de manera represiva, como es el caso del Escuadrón de la muerte: comienzas a fantasear historias de ataques de delincuentes y repeles con muertes.


El caso del Escuadrón de la muerte fue muy mediático, se crearon falsas figuras de policías héroes, incluso Elidio Espinoza llegó a ser alcalde por eso. Tengo información en el archivo de varios casos que se quedaron en el tintero. Sí, en verdad, estoy analizando la posibilidad de sacar un segundo tomo del Escuadrón de la muerte, para que se conozca cómo es que en realidad operaba este grupo policial.