Sicarios le dispararon frente a sus amigos y meseras. La Policía presume que el crimen se produjo por una presunta venganza.
Sicarios le dispararon frente a sus amigos y meseras. La Policía presume que el crimen se produjo por una presunta venganza.

Cuando bebía cerveza en un bar del distrito Las Lomas, junto a amigos y mujeres extranjeras, un mecánico fue cruelmente asesinado de 6 balazos por dos sicarios quienes llegaron a bordo de una motocicleta.

Los hechos

Ocurrió cerca de las 10:40 de la noche del jueves, cuando la víctima identificada como Jumer Octavio Ruíz Ato (26) se encontraba con dos amigos y dos meseras extranjeras, bebiendo en la picantería peña show “La Rumba”, ubicado en el jirón Piura sin número, en el asentamiento humano Bellavista de dicha localidad.

Hasta ahí llegaron dos sicarios con cascos y a bordo de una motocicleta. Uno de ellos, con pantalón negro y chompa del mismo color que le cubría la mitad de la cara, descendió y se dirigió hasta donde estaba Ruíz y le disparó seis balazos en la cabeza, pecho y otras partes del cuerpo, matándolo instantáneamente.

Tras el hecho, el criminal fugó en la motocicleta color oscura donde su compinche con casco negro lo esperaba, fugando sin rumbo conocido, no sin antes amenazar a todos los presentes del bar que se “callen”.

Según las indagaciones de la Policía, el móvil habría sido por una presunta venganza de la banda de “El Serrano”, quien también es investigado por la muerte de Reiner Retete Abad (20), asesinado de cuatro balazos en la intersección de las calles Las Cucardas y Los Geranios del asentamiento Miraflores en Las Lomas.

Asimismo, la población está atemorizada y lo han hecho saber a la Policía que viene indagando si habría dos bandas que estarían disputándose la supremacía en esta jurisdicción y temen que se cometan más crímenes en la zona.

La ciudadanía de Las Lomas espera que los efectivos policiales puedan realizar constantes operativos en los bares ubicados en los sectores alejados de este distrito, que es donde diferentes mujeres extranjeras atienden a los parroquianos y a sujetos de mal vivir, quienes luego salen a la calle a cometer sus fechorías.