Miki González: “No me aproveché de los Ballumbrosio”

Miki González habla como niño con juguete nuevo. Puedes ser tú , Tantas veces y Nunca les creí, sus primeros tres discos, imprescindibles en su carrera musical, acaban de ser relanzados en un box set al puro estilo de los grandes, ni más ni menos. Discos con historia, que marcaron pauta; de colección.

¿Siempre tuviste la idea de reeditarlos? Muchos de ellos no salieron nunca en CD.

La idea estuvo allí, nació a raíz de los tributos que me hacían y poco a poco se fue dando. En algún momento buscamos que coincidiera con una efemérides, finalmente ha coincidido con los 30 años de la salida de Dímelo, dímelo, que me puso en el mapa del pop en el 85.

Nunca las creí ni siquiera llegó al vinilo, solo salió en casete.

¿Quién tenía plata en el 89? Había una severa crisis en esos años de (Alan) García, por eso, muchos coinciden que el relanzamiento de Nunca les creí en disco es todo un acontecimiento, para los productores es la revelación, en su época no tuvo mucho éxito y difusión, pero para los críticos fue el mejor disco de rock de ese año.

Una de tus grandes pasiones es el blues ¿Lo sigues considerando un referente importante en tu música?

Sí, claro. Si tocas blues, donde lo hagas, va a sonar bien. Son pocas notas pero hay que ponerle corazón, sentimiento.

Así empezó todo...

A mí me gustaba el rock, dentro del rock me gustaba el blues, pero cuando descubrí que era música de artistas negros vivos y que estaban grabando, me pasé al blues. Oía blues, realmente todo lo que tiene que ver con África y así fue que llegué a la música afroperuana a través de los discos de Nicomedes Santa Cruz y Perú Negro, me hice amigo de Félix Casaverde, él me presentó a las grandes glorias de la música negra peruana.

No fue entonces que tu relación con la música afroperuana empezó en El Carmen con los Ballumbrosio.

Esa historia está distorsionada. Cuando el poeta César Calvo me lleva a El Carmen allí no había cajón, los Ballumbrosio eran todos pequeños no sabían tocar, la música que tocaban los mayores había entrado en desuso. Y esa es la verdad, no es que yo fui, me encontré con esta familia, les robé todo y me aproveché. Al contrario, yo les llevaba jazz, reggae, allí solo escuchaban salsa, hasta había una orquesta de salsa y no una agrupación de música afroperuana.

Ahora tus rumbos son electrónicos...

Tengo cinco discos de música electrónica, con raíces de la música andina. La música electrónica no me limita tanto. A través de todos estos años cuántas cosas he publicado y cuántas veces la gente se me han venido encima.

¿Lo lamentas?

Siempre en mi vida he hecho las cosas con convicción.

¿Hacías lo que querías?

Quién iba a pensar que todo ese legado de la música de El Carmen iba a ser algo importante. Yo iba allí porque era una pasión.

¿Cómo te calificarías en un par de palabras?

Como un loser.

No pues, no seas malo, en todo caso un loser exitoso.

Qué lindo quedó eso, me gusta. ¿Lo puedes titular así?

Venta. La caja de Miki González está a la venta en tiendas Phantom, Galerías Brasil, Ciudad Disco, Vía Music, El Anexxxo y El Grito Centro.