CHICHO, el restaurante miraflorino de cocina peruana versátil, se prepara para celebrar su tercer aniversario con una propuesta que ha sabido ganarse el corazón (y el paladar) de sus comensales. Fundado por el chef Augusto Baldoceda, CHICHO nació durante la pandemia con la idea de ser una taberna criolla para amigos y familia, y evolucionó rápidamente en un espacio gastronómico de autor que reinterpreta los clásicos peruanos con creatividad, respeto al producto y un toque personal.

Ubicado en Av. Comandante Espinar 663, Miraflores, CHICHO ha consolidado su identidad como “Casa 2.0”, un lugar donde se valora la camaradería, la atención cercana y una carta que cambia por temporada, fusionando insumos peruanos con influencias japonesas, italianas y, sobre todo, norteñas.
Entre sus platos más emblemáticos destacan la Causa 2.0, el Cebiche Chicho, el Tataki Criollo, la Pollada de TiTo y el Tallarín Saltado 2.0. Todos ellos combinan técnicas modernas con recetas tradicionales, ofreciendo experiencias únicas para los paladares más curiosos.
La experiencia CHICHO no solo se vive en el plato, sino también en el maridaje. Por eso, el restaurante desarrolló su propia cerveza artesanal llamada VEHEMENTE, una Golden Ale fresca y ligera, elaborada con cebada, loche horneado y semillas de coriander. A ello se suma su marca de pisco de la casa: CRIOLLA, con dos acholados artesanales hechos en Arequipa: Amanecer, de perfil aromático, y Huella del Alma, de carácter más intenso.

“CHICHO es nuestra casa y también la de nuestros comensales. Aquí la gratitud es diaria y el cariño, mutuo”, señala Augusto Baldoceda, quien también anunció dos nuevos proyectos en Barranco: uno enfocado en comida para llevar y otro en cocina japonesa de autor.
El restaurante invita al público a estar atento a las novedades y celebraciones por su tercer aniversario, que promete actividades especiales durante todo el año.
🔗 Más información en su perfil oficial: https://www.instagram.com/chicho_resto/