Alcoholismo: ​¿Crees que para dejar de beber hay que creer en Dios?
Alcoholismo: ​¿Crees que para dejar de beber hay que creer en Dios?

Si bien varios grupos de Alcohólicos Anónimos aseguran que invocan a  para dejar esa adicción, muchos expertos señalan que se trata de un complemento válido en el tratamiento del , pero no es la única salida.

Especialistas refiere que para tratar esta enfermedad han aparecido nuevos abordajes farmacológicos que permiten la cura de la dependencia de la bebida, según publica El País.

En 1955, se formó en España el primer grupo de Alcohólicos Anónimos (AA), luego se constituyó legalmente como asociación. Esta asociación famosa por su discreción, promueve la abstinencia drástica desde la primera jornada; a fin de seguir sumando días “limpios”, hasta dejar para siempre el alcohol. 

“Más que en la fuerza de voluntad se basa en el apoyo que podemos recibir de los compañeros”, asegura a Amador, miembro de la Junta del Servicio General de Alcohólicos Anónimos en España, con sede en Avilés (Asturias). “Lo que pretendemos es que una persona que viene por primera vez a un grupo asimile que tiene un problema”, prosigue.

Apoyo. Más que en la fuerza de voluntad, se basa en el apoyo que podemos recibir de los compañeros”, asegura Amador sobre Alcohólicos Anónimos

Dicha asimilación se logra mediante un programa de 12 pasos, varios de los cuales parecen un acto de fe e incluso mencionan a Dios, pidiéndole ayuda en cinco de los estadios. 

¿PARA DEJAR DE BEBER HAY QUE SER CREYENTE? 

“No”, aclara Amador. “Estamos en 183 países y nuestro programa se ha traducido a 140 idiomas. Llegamos a gente de diferentes culturas y religiones. ‘Dios’ es lo que cada uno quiera entender”, precisa. 

“Mi propia idea de la religión es difusa. Un sacerdote me dijo: ‘Dios está en la actitud que tenemos con la persona de al lado’. Esa es la fuerza de Alcohólicos Anónimos”, sostiene el portavoz. Según un informe de esta asociación, el 59% de sus miembros no ha sufrido ninguna recaída, mientras que el 19% admite haberse enfrentado a una.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 3,3 millones de personas mueren cada año a consecuencia de un consumo dañino de alcohol; eso representa un 5,9% del total de fallecimientos. 

El tratamiento del alcoholismo está en constante evolución. Hasta ahora, los psiquiatras “atacaban” dos flancos: el posible problema subyacente (ansiedad, depresión) y la dependencia en sí. 

“Las primeras intervenciones van dirigidas a tomar conciencia del daño que se produce como consecuencia del consumo de alcohol. Preparar al paciente al cambio”, dice Julio Bobes, catedrático y miembro del CIBER de Salud Mental.

Afortunadamente, en los últimos meses se ha empezado a aplicar un tratamiento mucho más suave: el nalmefeno. 

Naltrexona y nalmefeno son las pastillas que se prescriben en ese tratamiento. “Funcionan anulando el efecto del alcohol en el cerebro”, explica el doctor Toni Aho, médico al frente de la terapia basada en el método de Contral en la Clínica Medivital.

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