A pesar de haberlo negado en más de una ocasión, Estados Unidos ha sido vinculado a las técnicas de tortura para interrogar a prisioneros sospechosos de terrorismo.
Una de las técnicas más conocidas es la del ahogamiento simulado que ha sido denunciado por varios ex prisioneros y consiste en inmovilizar al individuo boca arriba sobre una tabla y echarle agua en la boca y nariz.
Esto provoca una sensación de ahogamiento cada vez mayor que lo obliga a confesarse culpable de varios hechos así no los haya realizado.
Un ex instructor de la CIA recreó para la BBC esta técnica de tortura y en tan solo 18 segundos se pudo observar como afecta al prisionero.