Una Copa América que genera preocupación

Las selecciones de Qatar y Australia, invitadas a la presente edición de la Copa, decidieron no participar ante la crisis sanitaria del COVID-19.

La insistencia de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) de celebrar la Copa América entre el 13 de junio y el 10 de julio ha despertado una preocupación que va más allá de lo deportivo. Colombia, una de las sedes junto a Argentina, pidió aplazar la contienda hasta noviembre, pero recibió una respuesta negativa el jueves.

La Conmebol adujo que el calendario internacional y la logística del certamen hacían imposible volver a mover la fecha, pues inicialmente debía jugarse en 2020, pero la pandemia de COVID-19 obligó a retrasar los planes un año.

La entidad señaló que “relocalizará” los partidos a disputarse en suelo cafetero. No es la primera vez que Colombia tiene dificultades para albergar un evento futbolístico de gran envergadura. En 1986 debió acoger el Mundial de Fútbol, pero debido a cuestiones de infraestructura no puedo hacerlo.

Además, se puso en tela de juicio su idoneidad para ser sede de la Copa América de 2001, luego de una serie de atentados terroristas a raíz del recrudecimiento del conflicto con las FARC.

Dos décadas después, el clima social vuelve a amenazar a los organizadores colombianos. Ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, previstas para albergar partidos, han sido epicentro de intensas protestas antigubernamentales que dejan un saldo de más de 40 muertos, muchos de ellos víctimas de la represión policial. A ello se suma el incremento de la pobreza, del 37% al 42%. por la crisis sanitaria, según la agencia AFP.

El presidente Iván Duque instó el viernes al ente del fútbol regional a reconsiderar su decisión de no aplazar el torneo, pero no hay indicios de que tenga éxito.

El problema es que Argentina, la otra sede, tampoco ofrece condiciones idóneas. El Gobierno de Alberto Fernández impuso desde ayer una nueva cuarentena para frenar los casos de COVID-19. “Estamos viviendo el peor momento desde que comenzó la pandemia”, dijo el mandatario.

El país llegó esta última semana a nuevos récords de muertes y contagios. El martes contabilizó 744 nuevos fallecimientos y el miércoles reportó 39,652 nuevas infecciones. En cifras totales, Argentina suma casi 3.5 millones de casos, el peor número en Sudamérica tras Brasil.

Las propias autoridades futbolísticas argentinas empiezan a reconocer que celebrar el torneo en este momento puede ser contraproducente. “No soy especialista en salud, pero creo que hay que hacer el esfuerzo para evitar la Copa América en Argentina. Primero está la vida”, dijo el viernes Hugo Moyano, vicepresidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y presidente del club Independiente.

Cuestión de dinero

Hay quienes afirman que la negativa de la Conmebol tiene que ver con cuestiones económica, al haber de por medio millones de dólares pagados por los auspiciadores.

La lista de sponsors del certamen deportivo es amplia e incluye a marcas como Nike, Qatar Airways, Mastercard, Amstel, el gigante chino de fabricación de televisores TCL o la casa de apuestas online Bodog. Además, los derechos de transmisión televisiva han sido adquiridos por Univisión.

“Muchas veces prevalecen los contratos de televisión y sponsors y eso hace difícil la suspensión porque son temas complicados desde lo económico. Hay que hacer el esfuerzo de acompañar al Gobierno nacional y salvar vidas”, argumentó Moyano.

Conmebol, por lo pronto, ha aprobado un incremento del premio para la selección ganadora. Ahora, el equipo que resulte vencedor obtendrá 10 millones de dólares (2.5 millones más que en la edición de 2019). Con ello, pretendería ganar atractivo y asegurar la participación de las distintas federaciones.

[NOTA SACADA DEL IMPRESO DE DIARIO CORREO 23 MAYO 2021. PAGINA 16]