Barra Khuda, mostrando los dientes
Barra Khuda, mostrando los dientes

Por Javier Masías @omnivorusq

Barracuda: pez voraz de dentadura prominente, peligroso hasta para la especie humana. Barra Khuda: establecimiento en Santa Catalina, que con filo parecido busca colocarse en el mapa cevichero de la ciudad. Como ocurre con la mayoría de restaurantes que recién abren, casi nadie los conoce, así que aproveche para ir sin tener que hacer cola, que cuando la gente se entere de que cuentan con excelente cocina, precios bajos, producto fresco y atención amable, algunas cosas podrían cambiar.

El espacio es pequeño, con graffiti por todos lados, parafernalia marinera y el punto bajo de que huele a humo. Hay barras en el perímetro y una sola mesa para cuatro. Trabajan con una pizarra de entre ocho y diez platos que cambian cada semana. Cualquiera de ellos vale S/.25, salvo un par de ocasionales referencias que llegan a S/.28 o algo más. Si quiere hacerse una idea de lo que sirven y no tiene mucho que hacer -el servicio es veloz cuando no hay mucha gente-, pruebe la degustación de S/.120 por ocho platos en cuatro tiempos. Las preparaciones son todas conocidas -causas, tiraditos, ceviches, sudados, arroces y saltados-, pero tienen una vuelta de tuerca aquí o allá que hace que valga la pena la visita, aún si se vive lejos, algo que marca la diferencia con la mayoría de barras cevicheras de Lima. Por ejemplo, hay un ceviche con texturas de camote y un toque de maracuyá mejor balanceado que las versiones de restaurantes más caros; el ceviche ahumado con charapita y tortita de choclo terminado en parrilla vale totalmente la pena; el arroz marisquero viene con todos los mariscos a la vista y, luego de haber sido terminados en la plancha, crujen delicadamente en la boca; la chalaquita de la jalea viene con cushuro y leche de tigre de rocoto; y el pulpo saltado viene con papas sancochadas y luego fritas, y un ají al lado, sabroso y decadente.

En general hay mucho cuidado, más del que uno espera en una barra tan pequeña y de ese rango de precio, pero hay espacio para mejoras: es urgente fijarse más en el punto de algunos mariscos, especialmente el pulpo; los brotes quedan sobrando en la causa; y cuando arman la degustación de los platos de la pizarra, puede ocurrir que muchos se parezcan demasiado entre sí -por ejemplo dos ceviches y un tiradito- y que la experiencia termine siendo muy reiterativa, aunque a quién le importa ese detalle cuando está en un barra con graffiti por todos lados y por 120 soles comen hasta dos como reyes. Así como está es posible que estemos ante la mejor barra de ceviche de Lima, y si no una de las que hay que tomar en serio. Ojo: por más que el nombre lo sugiera, obviamente no sirven la temeraria barracuda, pero te muestran su característica dentadura de todas maneras con una comida que sonríe y transmite pasión y buen rollo.

Barra Khuda

Calle Juan Voto Bernales 340, Santa Catalina, La Victoria. Teléfono: 363-3599. Desde las 11.30 hasta las 17.00 horas. De martes a domingo. Cierra lunes.