El sector pesquero industrial es uno de los más regulados en el Perú y además soporta una serie de sobre costos entre cargas regulatorias y sociales.

El seguimiento satelital, el Programa de Control y Vigilancia, el fondo extraordinario del pescador, el aporte social, el aporte para la jubilación de pescadores activos, y FONCOPES, que es un fondo intangible destinado a apoyar la solución definitiva de la jubilación aplicable a los tripulantes pesqueros industriales, son las obligaciones legales, sociales y regulatorias; que, sumado al derecho de pesca de la anchoveta, la industria de harina y aceite de pescado debe asumir cada año.

Así, los sobre costos del sector pesquero industrial, superan largamente a otros sectores económicos, como la minería, toda vez que la carga de su utilidad operativa equivale 50.4%, mientras que en el sector minero es de 47%, según un informe de EY.

Mas aún, mientras que el Chile las sobrecargas regulatorias y sociales ascienden a US$ 13.8 por TM, en el Perú alcanzan los US$ 15.2 por TM, siendo Perú el que más paga de los países de la OECD y lamentablemente nos convierte en un país menos competitivo.

Por ello, estando atravesando por una situación tan complicada, donde todos los actores deberíamos estar enfocados en ser más competitivos y buscando las alternativas que contribuyan con la reactivación de la economía, se deberían evitar las cargas pesadas que afectan directamente a las actividades productivas que vienen sosteniendo el crecimiento de nuestro país. Estamos a tiempo.