El año termina y el balance en la actividad cultural en Arequipa parece positivo, más allá de la importancia internacional que tiene el Hay Festival, que cada año se pone mejor, la oferta local empieza a tener un impulso interesante que nos hace pensar en un resurgimiento de la movida cultural. El incesante trabajo que hace el Centro Cultural de la Universidad Nacional de San Agustín ha permitido una mayor apertura a las distintas manifestaciones plásticas; pero sobre todo, gracias a la política cultural implantada desde el rectorado, ha logrado recuperar toda la casona Chaves de la Rosa para convertirla en un espacio multidisciplinario para las artes. Sin duda, el trabajo de su director, Fredy Hurtado, ha sido determinante.

Desde la municipalidad, es importante destacar el trabajo del sub gerente de Cultura, Nilo Cruz que convocó al 1er. Congreso de Desarrollo Cultural, buscando analizar e impulsar la gestión como motor de desarrollo; y aun cuando este primer paso estuvo circunscrito al ámbito local, es un paso muy importante. Y ya ha convocado a los gestores culturales a presentar proyectos. Igualmente, el trabajo desarrollado por el director de la Biblioteca Municipal, Mario Rommel Arce, le ha dado una promoción al desarrollo de la lectura y reactivando las bibliotecas distritales y está en proceso de modernizar la emblemática biblioteca arequipeña.

Sobre las actividades culturales del Gobierno Regional, son sólo eso, actividades que no reflejan un rumbo, quizá porque al presidente le interesa muy poco el tema. Esperemos que el 2020 sea mejor.