"¡Con los crespos hechos...!"
"¡Con los crespos hechos...!"

Cualquiera de las abuelitas de los años 50 habría exclamado con indignada alarma: "¡Nos quedamos con los crespos hecho...!" Es decir, frustrados, desengañados, esperando un remedio que nunca llegó.

¡Tantas ilusiones, cálculos, pronósticos, deducciones y hasta algunas apuestas sobre el nuevo gabinete ministerial se fueron por el caño! Los mismos, haciendo lo que la mayoría hacían antes mal hecho, o quizás peor... pero ahora con el doble respaldo del Presidente y del Premier.

Incomprensible que nos hayamos quedado con una señora canciller que ni es diplomática, ni es sensata, ni siquiera se tomó el trabajo de leer la Constitución del Estado para saber cuáles son sus obligaciones respecto del Jefe de Estado en materia de relaciones exteriores y qué es lo que no puede hacer. ¿Es que ya no quedan diplomáticos profesionales en el Perú para asumir la Cancillería con seriedad? ¿No sabemos acaso que tanto este ministerio como el de Economía son las dos vitrinas en las que nos miran los países vecinos, lejanos, próximos, socios, competidores, compradores e inversionistas?

¿Seguiremos intoxicando niños escolares por cientos con desayunos de bacterias, por el solo capricho de mantener un nombre en idioma nativo e histórico, tan adecuado que necesita traducción para entender qué quiere decir? El ministerio encargado de las bacterias, ¿pensará que los nombres incomprensibles, como "Qali warma", que empiezan con "Q" pero suenan "Cuá", son más alimenticios y las bacterias no importan...?

¿Y qué podemos esperar del fatigado y aburrido ministro de Minas? Tal vez le convenga ensayar una nueva estrategia, muy sencilla. Como le ha resultado imposible combatir la minería informal y evitar el feroz ataque ambiental al que se dedica 365 días por año, la solución está en formalizar a los informales declarándolos tales y prohibir la minería formal, cuidadosa del ambiente y respetuosa de leyes, códigos, autorizaciones, estudios ambientales y resultados, de paso que paga impuestos y canon...dinero para que se diviertan los presidentes y cajeros de las regiones.

Solución: expulsar a la minería formal y quedarnos con la informal. Podrían colaborar los ministros de Ambiente y del Interior, que también son responsables de la informalidad minera, ¿verdad? ¿No harían profundamente felices al emperador Gregorio Santos de Cajamarca y a su campañero, el excura Arana? (A propósito, ¿qué pasó con las acusaciones de 6 presuntos delitos punibles que fueron abiertos al santificado Santos? ¿Ya se cerraron? Y los señores fiscales, ¿estarán de vacaciones...?).

Al Jefe de Estado y a su flamante Primer Ministro les ha faltado un pelito de imaginación ¿Por qué no copiar el invento de Nicolás Maduro: el ministerio para la "Suprema Felicidad del Pueblo Venezolano"? Es muy probable que se lo haya dictado el pajarito Chávez, su asesor de ultratumba...