Últimamente cada vez que volteo, prendo la televisión, o abro un periódico, me parece que lo único que escucho es coronavirus.

Sí, es verdad que el coronavirus ya está presente en más de 100 países –entre ellos el Perú–. Y sí, es básico evitar la propagación y estar preparados.

Pero en la encuesta publicada ayer por Datum, se reveló que el 84% de limeños está enterado del coronavirus. Asimismo, el 62% sabe qué acciones preventivas tomar desde su casa.

Sin embargo, se está azuzando un pánico colectivo por el coronavirus que pone bajo el tapete otros asuntos de salud que merecen, por lo menos, la misma atención. Que no se nos olvide que nuestro sistema de salud tiene otras batallas que luchar y debería estar luchándolas con la misma fuerza.

En lo que va del año, ya hay más de 12 mil infectados de dengue en el Perú, y más de 20 muertos.

De acuerdo con un informe publicado por el propio MINSA (Análisis de las causas de mortalidad en el Perú, 1986-2015), “en el Perú, durante el año 2015 fallecieron 34,099 personas a causa de las enfermedades neoplásicas”. ¿Y el sistema de salud? ¿cuántas personas saben cuándo, dónde y por qué deberían hacerse un chequeo? ¿Cuántas personas pueden hacérselo?

El MINSA parece haber reaccionado bien ante el coronavirus (no le queda de otra, siendo un asunto global, es lo mínimo que se espera). ¿Pero por qué no logramos despertar conciencia sobre otros temas tan importantes para nuestra realidad y nuestra salud?

El MINSA ha hecho bien en abordar el coronavirus como lo viene haciendo. Pero detrás de esa fachada, hay un sistema de salud que urge reformarse. Y en el año de la universalización de la salud, eso va más allá de enseñarnos a lavarnos bien las manos y no tocarnos la cara.

TAGS RELACIONADOS