La Ley de Cuotas marcó un antes y un después en la pesquería de Anchoveta. No solo eliminó la nefasta carrera olímpica donde una embarcación podía pescar, sin control alguno, todo lo que encontraba; sino que, además, dio paso a la sostenibilidad del recurso, lo cual explica por qué en la actualidad la biomasa de anchoveta bordea los 10 millones de TM.

En efecto, la Ley de Cuotas (DL 1084), es el instrumento mediante el cual PRODUCE establece el Límite Máximo Total de Captura Permisible del recurso anchoveta para el Consumo Humano Indirecto (CHI) en cada temporada de pesca tras revisar el informe científico del IMARPE, que contiene los resultados del crucero de evaluación, como la situación de la biomasa y las condiciones oceanográficas.

Por ello, para garantizar la sostenibilidad del recurso y el éxito en cualquier pesquería, deben fijarse cuotas en función de la disponibilidad del recurso y del récord de pesca. En base a ello y a los buenos resultados que se generaron con el establecimiento de las cuotas de pesca en la pesquería de anchoveta, creemos que este instrumento podría extenderse a otras pesquerías, como la caballa, pota o bonito; así como para la pesca artesanal de anchoveta; para lo cual será necesario considerar la situación del recurso y los récords históricos de capturas.

Establecer cuotas sin saber cuánto se viene pescando es un despropósito. Asimismo, ampliar cuotas sin analizar las capturas y los desembarques, como propone un proyecto de ley en el Congreso, solo fomentaría la pesca ilegal en perjuicio de los propios pescadores artesanales, el medio ambiente y las arcas fiscales. No cometamos los errores del pasado que nos hagan retroceder en lugar de avanzar hacia la sostenibilidad.

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