De acuerdo con el INEI, la inflación al cierre de octubre fue de 8.28%, cifra que sumada al 80% de informalidad laboral que existe en nuestro país complica aún más la situación económica por la que vienen atravesando millones de peruanos. En efecto, según el IPE, estos dos factores reducen en 13% la capacidad adquisitiva de las personas en relación al período prepandemia.

Pero eso no es todo. Según los expertos, en el Perú, la crisis alimentaria afecta a más de 16 millones de personas que no tienen la suficiente cantidad de alimentos sobre su mesa ni la variedad adecuada como para contar con una alimentación saludable; una realidad que se agrava con la situación política por la que venimos atravesando.

Para atender esta necesidad tan dramática, requerimos de políticas públicas adecuadas para el aprovechamiento de los recursos que abundan en nuestro mar en beneficio de todos los peruanos.

De ahí que no se comprende cómo esta semana se publicó la RM Nº 00365-2022-PRODUCE que asigna una cuota adicional de 18,544 toneladas de jurel exclusivamente para la flota artesanal, limitando así a la flota industrial que bien podría generar más de 50 mil empleos directos formales para dinamizar toda la cadena de valor del sector pesquero, además de acercar a los mercados un producto con alto contenido proteico y rico en Omega 3 a precios accesibles para que llegue a la mesa de todos los peruanos.

De ahí que no se comprende cómo esta semana se publicó la RM Nº 00365-2022-PRODUCE que asigna una cuota adicional de 18,544 toneladas de jurel exclusivamente para la flota artesanal, limitando así a la flota industrial y perjudicando con esta medida a millones de amas de casa que podrían gozar de un producto altamente nutricional, como es el jurel, a precios accesibles. Confiamos que esta decisión sea revertida a fin de garantizar la seguridad alimentaria, en especial de los más vulnerables.

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