Sabido es que, en nuestro país, la política es un chiste (y en forma recurrente de mal gusto). En ese entendido, y ad portas de las fiestas navideñas, qué tal si distribuimos algunos regalos entre estos congéneres que gobiernan o pretenden tomar las riendas del país luego de las elecciones del próximo año. Eso sí, el que se pica, pierde.

César Acuña: Va para él una enciclopedia y un libro Coquito, para que aprenda a leer y escribir; así deja de hacer tanto roche cuando escribe tuits y lee discursos.

Keiko Fujimori: Se ha hecho acreedora a un juego de Monopolio, porque ahí tiene el poder para meter y sacar de la cárcel a la gente (aló, ¿don Alberto?).

PPK: Ya que lo fastidian tanto con el tema de la edad y sus achaques, se lleva un kit completo de cremas antiarrugas y rejuvenecedoras.

Alan García: De cajón una suscripción urgente a Netflix para que pueda ver la serie Narcos. Ahí está el detalle.

Daniel Urresti: Está cantado el libro El completo manual del suicidio (Wataru Tsurumi). Solo él puede creer que pasará la valla electoral con el Partido Nacionalista.

Verónika Mendoza: Cómo que quién es. Seamos generosos, le agregamos un puntito más en las encuestas; total, no llegará a ningún lado con la izquierda.

Alejandro Toledo: El “Cholo” amerita otro Nobel para su colección de premios que no le sirven de mucho.

Ollanta Humala: Para el Mandatario, un Smart TV, porque tiene todo lo que necesita. Es inteligente, tiene control y una buena imagen. Regalazo.

Nadine Heredia: Ni modo, un muñeco de Pinocho con la nariz crecida. Y de yapa cuatro agendas más para que siga anotando sus movimientos.

¡Feliz Navidad y próspero año 2016!