Luego de leer que un 72% de la población urbana y rural da luz verde a la campaña “Chapa tu choro”, es decir que aprueba el linchamiento al ocasional delincuente sorprendido in fraganti, se nos ocurre preguntar lo siguiente:

1. ¿Por qué Ollanta no chapa al ministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe, y le da un ultimátum para que empiece a menguar la delincuencia común que campea en todo el Perú?

2. ¿Por qué Humala no chapa del cuello al director de la Policía y demanda una estrategia con resultados inmediatos contra el crimen organizado?

3. ¿Por qué el Presidente no chapa su agenda y recuerda que cuando era candidato prometió un país con calles y plazas exentas de hampones de toda laya?

4. ¿Por qué los tres poderes del Estado no chapan el abecé de su visión y misión y convergen en un esfuerzo para poner bajo la sombra a quienes viven del asesinato y el avivato?

5. ¿Por qué el Ministerio Público no chapa el clamor popular de no soltar a los cogoteros, raqueteros y arrebatadores que a diario depositan los agentes en las comisarías?

6. ¿Qué hace el SIN que no ayuda a chapar a los peces gordos del narcotráfico? Bueno, sí sabemos a qué se dedica.

7. ¿Por qué el Gobierno demoró tanto en aumentar las penas si los choros hace rato que chaparon costa, sierra y selva?

8. ¿Acaso no es hora de que Ollanta chape su bastón de mando y empiece a gobernar con autoridad?

9. ¿Por qué los choros de cuello y corbata chapan tantas gollerías?

10. Es momento de chapar bien el voto y elegir mejores autoridades, ¿o no?