La aparición del desfile militar, tal como lo conocemos en la actualidad, se produce a fines del gobierno de Augusto B. Leguía. Antes, más que un desfile, se trataba de una romería a los monumentos patrióticos; una forma de procesión. La comitiva se dirigía a la recién inaugurada plaza San Martín, el Paseo de la República y la plaza Bolívar. En 1939, se traslada a la pista del antiguo hipódromo de Santa Beatriz. Estos serían los verdaderos antecedentes del tradicional desfile, actualmente convertido en desfile militar, cuyos orígenes estuvieron en la procesión de entrada del virrey a Lima.

El nombre de “Gran Parada y Desfile Militar”, proviene de la magnitud de fuerzas congregadas por tan magna fecha. Se le denomina, “Gran Parada”, porque antes del desfile las tropas que representan a todas las Fuerzas Armadas del Perú, se encuentran estacionadas o “paradas” para ser revistadas por el presidente o la autoridad militar que comandaba el desfile. Luego de eso, se da inicio al Desfile Militar de Fiestas Patrias.

De todas las ceremonias que se desarrollan durante las celebraciones por Fiestas Patrias en el Perú, el desfile que se lleva a cabo cada 29 de julio en honor de nuestra amada Nación, es uno de los más populares y vistosos. Hasta 1938, tanto el Te Deum como el desfile militar, se realizaban cada 28 de julio en la Plaza Mayor de Lima. A partir del 28 de julio de 1921, con motivo del centenario de la independencia del Perú, el desfile se realizó en la Plaza Bolívar. A partir de 1939 se establece que el Te Deum se realice cada 28 de julio y el desfile militar al día siguiente. En 1961 el desfile volvió a cambiar de escenario, llevándose a cabo, sin interrupción alguna, hasta 1974, en la avenida Brasil.

En el desfile de 1964, fuerzas de tierra, mar y aire demostraron su poderío en imponente desfile a lo largo de las cuarenta cuadras de la avenida Brasil. La Compañía de Enfermeras Militares del Hospital Militar Central, marchó a paso firme por primera vez. De 1976 a 1978 el desfile militar es suspendido por el gobierno militar. El 29 de julio de 1979, con motivo del centenario de la Guerra del Pacífico, se reanuda en la avenida Brasil, escenario que mantendría hasta 1985. No obstante, el 27 de julio de 1984 se llevó a cabo en la Plaza Grau de Lima con ocasión del sesquicentenario del nacimiento del Gran Almirante Miguel Grau. De 1986 a 1989 la Plaza Mayor de Lima vuelve a ser el escenario oficial del desfile. En 1990 el desfile militar retornó al Campo de Marte (avenida De la Peruanidad), escenario que se mantendría hasta 1992. En 1993, se realizó un 27 de julio en la avenida Brasil, escenario que se mantendría hasta 1996. En 1997 vuelve al Campo de Marte manteniéndose hasta 1999. En el 2000, se realizó en el Cuartel General del Ejército. En el 2009 el gobierno suspendió la Gran Parada y Desfile militar para evitar la propagación del virus A(H1N1). Este año 2020, tampoco habrá ni parada ni desfile. La última suspensión fue por idéntico motivo: evitar la propagación del virus.

Pero con seguridad es este año 2020, cuando la población ha visto más de cerca a sus Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Quizá no desfilando, pero sí patrullando día y noche por todo el país; en calles y avenidas, sellando todos los pasos en las fronteras, en el control de los aeropuertos y puertos del país; apoyando a MINSA y ESSALUD en el traslado de pacientes críticos, en la toma de muestras y en la implementación del hospital de las Torres de los Panamericanos y otros nosocomios en el país. En el permanente apoyo a los municipios y otras entidades en la entrega de víveres; en los traslados humanitarios aéreos y terrestres, y en el traslado de “retornantes” a sus pueblos de origen. Los han visto en el puente aéreo que no descansa ni se interrumpe, llevando oxígeno, así como medicinas y personal de salud.

Las Fuerzas Armadas que este año no desfilarán. Continuarán creando ventiladores mecánicos, implementando hospitales de campaña y construyendo cámaras de transporte de infectados. Sus soldados, marinos y aviadores estuvieron y estarán en la extensión de la República dándolo todo y dejándolo todo. Ahí siguen. Y siguen además combatiendo en el VRAEM, combatiendo el TID, destruyendo pistas clandestinas, luchando contra la minería ilegal, con sus operaciones de ayuda humanitaria, en esos páramos donde nadie llega, en nuestra inmensa y hermosa Amazonía.

Desde acá, una mención especial para nuestros bravos combatientes, quienes cayeron en la primera línea; pues cuidando la salud y la vida de nuestro pueblo, ofrendaron la suya. Honor y gloria a ellos.

En el mes de la patria, sus Fuerzas Armadas siguen en la trinchera. Varios han caído heridos, pero, una vez recuperados, han regresado a la primera línea y continúan en la brega. Seguiremos combatiendo. Ese será nuestro desfile de honor este año, para que quede en nuestra memoria y en lo más profundo de nuestro orgullo. Porque al final, ¡VENCEREMOS!

Y desfilaremos combatiendo como lo hacen los soldados: firmes y dignos por la Nación.