En nuestro país, el rango meta para la inflación establecida por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) es de 1% a 3% anual. Según el comportamiento de los precios, a partir de hechos internos o externos, el BCRP actúa o no con políticas monetarias, vía decisiones sobre la tasa de interés (el precio del dinero), para alcanzar, o al menos no alejarse tanto, de dicha meta. En 2023, luego de largo tiempo de altas tasas (hasta más de 8% en 2022), el Perú cerró con una inflación de 3.4%, muy cerca de su rango meta. En lo que va de 2024, entre los meses de enero y marzo, la inflación nacional fue de 1.37%; mientras que la inflación a doces meses, abril 2023-marzo 2024, fue de 2.67%; y, la inflación del mes de marzo último fue de 0.94%. Estos resultados se condicen con las expectativas de los agentes económicos, que meses atrás pronosticaron que la inflación en nuestro país se ubicaría en el rango meta en 2024. En lo que respecta a Piura, la inflación del mes de marzo fue de 1.09%; la registrada entre enero y marzo de este año fue 1.44%; y la de a doce meses, fue de 0.74%, una de las más bajas a nivel nacional. No obstante, debemos tomar en cuenta que el comportamiento de los agentes depende de las expectativas, de anuncios; y, qué duda cabe que, lo anunciado por la Reserva Federal de los EE.UU. (FED, por sus siglas en inglés), respecto a la intención de no bajar su tasa de interés, debido a la fortaleza que viene registrando su mercado laboral y que la inflación no da señales de ajustarse hacia la meta de 2%, traería repercusiones, como un mayor fortalecimiento del dólar. Asimismo, el conflicto entre Israel e Irán empujaría los precios del petróleo al alza, con su consecuente impacto en los precios de los combustibles, insumos principales en toda la cadena de distribución física local e internacional. Si bien los estragos del Fenómeno de el Niño en los precios se habrían superado, recordemos que el nivel general de precios también depende, y mucho, de hechos externos que alterarían las expectativas.