Luego de ningunear el proyecto de ley de adelanto de elecciones y tratar de justificar desesperadamente el escándalo del costoso servicio de buffet, el Congreso sigue desacreditado y en caída libre. En un país en el que la crisis económica galopa y la gente tiene menos posibilidades de alimentarse, el caso de las comidas de los parlamentarios ha sido calificado por muchos como una “cachetada a la pobreza”.

Pareciera que para contrarrestar esta terrible coyuntura y congraciarse con los peruanos, el Congreso ya tiene a mano algunas alternativas. En la necesidad de restablecer un espacio de acción a favor de la gente, ya puso en primer plano la posibilidad de un retiro más de los fondos de las AFP. Esta es otra muestra más de la irresponsabilidad de los legisladores. En vez de fortalecer el sistema de pensiones con reformas sustentables, eligen el populismo y la demagogia más burda. Hoy por hoy 2 millones 300 mil peruanos tienen cero soles en sus cuentas. Es evidente que con un nuevo retiro de 4 UIT (19 mil 800 soles) habrá muchas más personas sin nada para el futuro. Además, cambiar las reglas de juego y renegar de los lineamientos asumidos por el sistema privado de pensiones, se traduce en más inseguridad e inestabilidad financiera y jurídica, que al final desalienta las inversiones.

A estas alturas, todo indica que las furibundas consignas de los congresistas a favor del retiro de fondos de las AFP, para aliviar la economía de las familias, sirven también para una estrategia de imagen. Los parlamentarios también quieren superar su propia crisis.