En estas fechas que deben ser de sosiego y servir para la reflexión, buena parte del país anda en emergencia y pidiendo auxilio debido los desastres naturales que siguen golpeando duramente a los peruanos.  Por supuesto, todo esto es un motor de depresiones, tensiones y preocupaciones.

Ante esta grave situación, las autoridades deben entender que estamos ante un panorama muy complejo ya que se avecinan tiempos peores, tal como pronostican científicos y estudiosos sobre el clima. Para algunos, vamos a hacia una situación límite.

Es cierto que en Semana Santa la gente es más receptiva a la espiritualidad, pero para enfrentar a los fenómenos naturales se necesita algo más que fe. Es lógico que para superar esta adversidad, la presidencia, ministros, congresistas, gobernadores regionales y alcaldes debe tener planes y hasta el momento no los hay. Lo mejor sería que en estas horas de reflexión los lleve a reconocer lo mal que están gobernando y se comprometan a dar soluciones en beneficio del bien común de los peruanos.

Los mensajes religiosos abundarán por estos días y las palabras solidaridad, paz y amor al prójimo serán muy escuchadas. Sería bueno que nuestras autoridades las comprendan en su real dimensión y cumplan todo lo que prometieron para resolver la grave crisis que pasa el país. Y no solo nos referimos a las consecuencias de los fenómenos naturales sino también a la corrupción y a la inestabilidad política.




.



TAGS RELACIONADOS