Fútbol sin público
Fútbol sin público

Universitario de Deportes está bajo administración de Indecopi. Su principal acreedor es la Sunat. Es decir, el prestigioso club está bajo la responsabilidad del Estado peruano, que ha nombrado a unos administradores temporales, que tienen como misión poner orden en la contabilidad del club, y buscar generar ahorros para pagar las cuantiosas deudas. ¿Pueden estos administradores regalar entradas, es decir regalar el patrimonio de los acreedores?

La Policía dispone contingentes de efectivos para proteger a los demás ciudadanos de los asistentes al fútbol. Mientras tanto, las dirigencias legítimas y las administraciones nombradas por el Ejecutivo regalan entradas a los líderes de las barras, para que estos desadaptados siembren violencia en las calles y en las tribunas. ¿Cuántos muertos más se requieren para poner orden?

Lo que está sucediendo en el fútbol peruano es una muestra de la ineficiencia del Estado en todas sus líneas. No puede poner orden en las calles, gasta enormes recursos en tratar de proteger un negocio privado, negocio privado que no paga impuestos y que le debe cientos de millones al Estado peruano.

La solución es sencilla. Si el fútbol no puede controlar al público que asiste a este espectáculo, entonces se debe desarrollar sin público. Los partidos de Universitario deben ser de ahora en adelante sin público. Y esta sanción se debe repetir con cada club que no pueda controlar a los asistentes a los estadios. El fútbol es un negocio privado que no puede seguir viviendo a costa de todos nosotros. Y si la administración temporal ha regalado entradas, como lo ha reconocido un gerente, entonces el Gobierno debería removerlos de inmediato.