El mismo día en el que el Congreso, con los votos claudicantes de AP y APP, le otorgaba la cuestión de confianza al gabinete Bellido, el diario oficial El Peruano publicó el Marco Macroeconómico Multianual 2022-2025 que contiene las proyecciones macroeconómicas multianuales oficiales con las que se elabora el proyecto de Ley de Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal 2022. Es un documento aprobado en sesión de Consejo de Ministros del 25 de agosto de 2021, lo que determina la plena y absoluta responsabilidad del presente gobierno y de nadie más, sobre la consecución de las metas propuestas.

“La economía peruana crecería 10,5% en 2021, la tasa más alta desde 1994, ante el repunte de la actividad económica en el 1S2021 asociada a una rápida recuperación de la demanda interna y un efecto estadístico positivo, a pesar de la implementación de una cuarentena focalizada y un polarizado proceso electoral. Hacia la segunda mitad de año y en 2022, el PBI continuará recuperándose hasta alcanzar los niveles pre COVID-19, ante la mayor operatividad de las actividades económicas vinculadas al importante avance del proceso de vacunación y condiciones externas favorables. En el periodo 2023-2025, la actividad económica alcanzaría un crecimiento promedio de 4,1% debido a un crecimiento sostenido de la demanda interna, principalmente por mayores inversiones. En cuanto a la previsión de ingresos fiscales de 2022 a 2025, estos crecerían a un ritmo promedio de 4,9% real, lo que les permitirá expandirse de 19,9% del PBI en 2022 a 20,4% del PBI en 2025. En este contexto, Perú será uno de los países con el mayor crecimiento a nivel mundial en 2021 y 2022”.

La cifras serian creíbles y alentadoras si la conducción del país estuviera en  manos de un gobierno serio, responsable y con práctica democrática. Lamentablemente, el gobierno de Castillo/Cerrón/Bellido/Bermejo no brinda ninguna credibilidad de que podamos superar la aguda crisis que nos agobia. El dólar que ya superó los S/. 4.10 y Moody’s acaba de rebajar la calificación crediticia del Perú. Su disociación con la realidad es manifiesta. Estamos ante un gobierno “esquizofrénico”.