¿Ignorancia o ideología?

No se puede ser permisivo con quien pretende someter a consulta popular nuestra soberanía e integridad territorial. Queda claro que el activismo político de Evo Morales en nuestro país con la venia de Palacio, tiene un objetivo político: conseguir soberanía para Bolivia dentro de nuestro territorio.

El presidente de la República es jefe de Gobierno y de Estado, personifica a la Nación, además de ser el jefe Supremo de las FF AA y de la PNP. Es en este contexto que se deben apreciar la dimensión de las palabras de Castillo, sobre ceder parte de nuestro territorio en favor de una salida soberana de Bolivia al mar peruano.

Dentro de los delitos contra el Estado y la defensa nacional, encontramos el delito de atentado contra la integridad nacional, tipificado en el artículo 325 del Código Penal que dice: “El que practica un acto dirigido a someter a la República, en todo o en parte, a la dominación extranjera o a hacer independiente una parte de la misma, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de quince años”.

Es de observar que no se necesita la consumación del hecho. La norma es clara en señalar como hecho punible el que “practica un acto dirigido a”. Castillo ha confesado al país su intención de ceder parte de nuestro territorio a Bolivia por ser una aspiración del pueblo boliviano, para lo cual efectuaría una consulta popular.

El artículo 118, inciso 11, de la Constitución señala que corresponde al presidente de la República “dirigir la política exterior y las relaciones internacionales”. Su palabra genera expectativa internacional, y a nivel nacional es una orden implícita para sus ministros y funcionarios. Castillo, la PCM ni el asesor legal del presidente han negado hasta ahora si se implementará dicha “orden”. Existe tentativa, hay intención de hacer. Independientemente de lo expresado, si se corrige, lo niega u omite pronunciarse, la palabra del presidente una vez más pierde valor. Demuestra incapacidad y temeridad.

¿Qué se esconde bajo ese sombrero? Renuncie con dignidad. No está a la altura de nuestra historia, realidad y de nuestro país...