La Constitución dispone que el Reglamento del Congreso tiene rango de Ley. Dicha norma desarrolla la Constitución y con ella otorga al Congreso de la República soberanía en el ejercicio de sus funciones, además de autonomía, normativa, económica, administrativa y política. El Artículo 51° del Reglamento señala de manera expresa que las sesiones del Congreso son públicas.

El Artículo 113° de la Constitución dispone que la presidencia de la República vaca, entre otras razones, por permanente incapacidad moral o física declarada por el Congreso. El Artículo 89-A del Reglamento del Congreso desarrolla el procedimiento de vacancia presidencial. Es, pues, una prerrogativa del Congreso aprobar o no la vacancia.

La soberanía es un atributo afín a la autonomía de los Estados. En el mundo globalizado existen organismos internacionales, comunidades de naciones y autoridades supraestatales que vinculan a los Estados, modulando parte de su soberanía, siempre que se respeten las normas internas y convenios por los Estados y también por los organismos internacionales.

La soberanía del Congreso se manifiesta en la autonomía de no recibir imposición ni injerencia de autoridad alguna cuando ejerce sus competencias exclusivas y excluyentes. La vacancia es una competencia exclusiva y excluyente del Congreso. No admite injerencia de autoridad nacional ni extranjera alguna. Ciertamente su límite formal es el señalado en la Constitución y el Reglamento del Congreso, y la resistencia política del pueblo, de quien emana el poder, como elemento subjetivo en la decisión particular de cada miembro del Congreso.

Siendo públicas las sesiones del Congreso, resulta innecesario que el gobierno invite a la OEA y esta acepte estar presente con tres representantes durante el debate de la vacancia a desarrollarse el lunes 28 próximo. Ello constituye una intromisión inaceptable. Recordemos que dicho organismo no hizo el mínimo esfuerzo en revisar las irregularidades denunciadas en las elecciones generales del 2021. En esa línea, el primer ministro comparte en su cuenta twitter un mensaje de la CIDH expresando su “preocupación” por los pedidos de vacancia de la mayoría parlamentaria. En política no hay casualidades, una razón adicional para vacar al improvisado.

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