La recompensa de 80 millones de dólares por la cabeza del presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, es a mi juicio, un elemento distractor lanzado en las últimas horas por las autoridades de la República Islámica de Irán. Lo voy a explicar. En el fondo el régimen de los ayatolas buscará impactar letalmente en el presidente Trump, cuya máxima fijación se encuentra en lograr una victoria electoral en las elecciones del 8 de noviembre de este año que le permita seguir gobernando por 4 años más al país más poderoso del mundo. Para lograrlo, Irán podría decidir repetir la misma estrategia de 1980 en que frustró la también pretendida reelección del favorito candidato presidente demócrata Jimmy Carter (1977-1980), a quien le dolió en el alma ser derrotado por el ninguneado republicano Ronald Reagan que gobernó dos veces consecutivas (1981-1989). El desgaste político de Carter devino de su incapacidad para solucionar la crisis de los rehenes estadounidenses tomados en esa condición por una turba que asaltó la embajada en Teherán el 4 de noviembre de 1979. Por esos días el ayatola Ruhollah Jomeini no cesaba de requerir a Washington la devolución del último sah Mohammad Reza Pahlaví que se hallaba protegido el gobierno de Carter. El Sah muere en Egipto en 1980, la tensión crece por las vidas de los rehenes, lo que afectó a Carter. Las elecciones, entonces, voltearon la torta en favor de Reagan y apenas consumada su victoria electoral, Irán liberó a los 66 diplomáticos y otros ciudadanos estadounidenses. Los tiempos han cambiado pero el objetivo de fondo sería el mismo, es decir, que suceda algún desenlace tan trágico para EE.UU., que lleve al pueblo a imputar la responsabilidad del eventual suceso y sus dolorosas consecuencias a Trump señalándolo como un presidente promotor de conflictos y de la desestabilización de la paz mundial. ¿En qué consistiría ese eventual suceso?. Realmente no lo sabemos pero sí que podría producir un profundo llanto nacional como el que hoy embarga a los iraníes por la muerte por eliminación del general Qasem Soleimani.