La Dorsal de Nasca es una cadena de montes submarinos de origen volcánico, que se formó hace aproximadamente 30 millones de años y atraviesa el Pacífico Sur. Tiene una extensión de más de mil kilómetros y sus cimas se encuentran entre los 2 mil y 4 mil metros de profundidad, siendo su superficie irregular y donde se puede apreciar fosas, cañones, terrazas, cimas, cuevas y cráteres, lo cual genera un ambiente único de importancia ecológica.

Como sabemos, este espacio natural es un hábitat intacto el cual preserva una serie de especies aún inexploradas. Asimismo, se conoce que es una zona de tránsito para especies migratorias protegidas como la ballena azul y la tortuga dorso de cuero. Nada de ello se ha visto, sin embargo, afectado por la mano del hombre y menos aún por la actividad pesquera que se realiza en las aguas superficiales desde hace miles de años.

Asimismo, estamos de acuerdo con la protección de nuestro patrimonio natural para garantizar la sostenibilidad de los recursos a las futuras generaciones, pero creemos que este no debe ser contaminado con pretensiones ideológicas, sino que lo adecuado es que prime la opinión de nuestros científicos.

Por ello, creemos que sería saludable contar con la opinión de los expertos y que se conozca la propuesta antes de su aprobación final en vista que existen varias versiones al respecto. Solo así podremos asegurar que se proteja nuestro patrimonio natural y se mantengan actividades esenciales como la pesquera, con las cuales ha vivido en armonía desde tiempos inmemorables.