Nuestros políticos también están en eliminatorias. Acéptalo, Perú. Y esta semana se han visto choques de alto voltaje. Un gol más va a haber.

El puntero mentiroso es Daniel Urresti. Amaga, fintea, va, viene y juega su partido como el candidato del nacionalismo, pero la DT Nadine Heredia aún analiza su titularidad. “Pero lo que no sabe… es que su candidatura no va a salir”, dicen en la previa algunos resentidos de Gana Perú.

Mario Vargas Llosa, player de polendas, llegó a la SIP, se puso la 10 y lanzó un tiro libre imposible de contener por los fujimoristas y apristas (“dictadura” y “corrupción”). Keiko y Alan buscan devolverle el pelotazo con eso de que hace mutis frente a las acusaciones de corrupción humalista porque fue garante de esta gestión.

El chiste con apanado lo ha puesto Alejandro Toledo, a quien le quedan pocas balas como delantero de Perú Posible y siempre está en offside. Ha dicho que “detrás del caso Ecoteva están el fujimorismo y la trilogía del mal”. Ja, ja, ja.

Keiko, a quien no se le conocía cintura de crack, hizo tremendo “huachón” a sus eventuales contrincantes con la versión de que ahora sí considera que “el trabajo de la Comisión de la Verdad y Reconciliación ha sido positivo para nuestro país”. Ni Messi haría un giro como ese.

Y de remate, ya finalizando la semana, Omar Chehade caminó derecho, remató en primera y dejó mal parado a un Ollanta que ya no exhibe mayores reacciones. Literalmente le dijo: “Tú no eres el capitán en la cancha gubernamental”, algo que la tribuna sabe desde hace rato.

¿Quién dijo que la política no es un juego?