GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

La reciente publicación de los nuevos derechos de pesca, que los incrementan en más de 70%, nos lleva a reflexionar sobre las políticas que deben ser adoptadas para no seguir restando competitividad a una industria tan vital para la economía como lo es la pesquera.

Como lo hemos advertido, esta industria se encuentra fuertemente apalancada y con niveles de rentabilidad deteriorados, producto de políticas públicas inadecuadas generadas durante el quinquenio 2011-2016, y de fenómenos climatológicos.

Si a ello le sumamos las fuertes inversiones que ha realizado el sector para asegurar la sostenibilidad del recurso y la protección del medioambiente -lo cual incluye, pero no se limita, a la construcción de los emisores, instalación del sistema de secado a vapor (steam dried) y el cambio de matriz energética-, percibiremos por qué no era el momento adecuado para incrementar los derechos de pesca.

Por ello, si deseamos seguir siendo competitivos y reducir la brecha que tiene el Perú en este sector frente a los países de la OECD e incluso ante Chile, deberíamos pensar en reducir las cargas regulatorias que hoy soporta el sector y que han sido incrementadas durante los últimos años en más de 300%. También se deben diseñar una serie de medidas para asegurar la sostenibilidad de otros recursos distintos a la anchoveta, incentivar la industria del atún y aumentar la pesca en el sur, entre otros pendientes.

Para ello, resultaría fundamental constituir una mesa técnica representativa a fin de trabajar esta agenda pro competitividad, más aún en un contexto en el que se viene discutiendo el Plan Nacional de Competitividad y Productividad, en el cual lamentablemente el sector de pesca industrial es uno de los grandes ausentes.

TAGS RELACIONADOS