Conflicto Cenepa, 1995. Recibimos una orden puntual: desplazarnos hacia posiciones enemigas, infiltradas, expulsarlas y restablecer línea de frontera. Eso hicimos. Eso cumplimos y vencimos.

Avanzamos en contrapendiente contra un enemigo que se encontraba en posición defensiva y que había fortificado el terreno con trabajo de ingeniería. No eran simples trincheras. Sobre eso fuimos, sobre eso atacamos.

Quien ataca en contrapendiente de abajo hacia arriba en terreno accidentado, va a tener bajas. Eso lo sabíamos. Quienes expulsan siempre tendrán que abrirse a fuego y maniobra. Tendrán que exponerse más. Si pensamos que una guerra la gana quien ha derribado unas cuantas aeronaves más, está totalmente equivocado. Si eso fuera determinante, diríamos pues que los alemanes ganaron la Segunda Guerra Mundial. Vence quien impone sus condiciones, quien marca su frontera, quien se encuentra en posesión y en posición.

La politiquería barata, esa que no teme desprestigiar al propio país sabiendo la verdad con tanta evidencia, aquellos pobres de espíritu que no les conmueve su propia miseria, afirmaban que el Perú había cedido soberanamente parte de territorio. Ni la evidencia más tangible –el Acta de Brasilia– aplacaba el demonio odiador que tenían a quien fue presidente en ese conflicto. Había que decirle de todo, no importa mentir, no importa que desprestigies a quien sea. No solo dijeron que habíamos cedido Tiwinza soberanamente al Ecuador. También dijeron que la heroica operación Chavín de Huántar tenía visos de ajusticiamientos indebidos. Dicen de todo con tal de verter su odio hacia el personaje político que nos guste o no, obtuvo estas victorias. Pero el odio puede más en algunos.

No le interesaron los soldados que en equellas acciones participaron. A todos embarraban por igual. Pero gracias a Dios, no hay varias verdades, ni verdades a medias. La verdad es una sola y siempre sale a la luz, siempre.

Según el Acta de Brasilia de1998, tras la guerra del Cenepa, se estableció: “El Perú dará en propiedad privada al Ecuador un kilómetro cuadrado, en cuyo centro se encontrará el cementerio denominado Tiwinza, esta transferencia no implica afectación alguna de soberanía”.

Este terreno fue una solicitud de Ecuador para poder honrar a sus muertos caídos en combate. Ese terreno es el sector “El Maizal”, del “Miércoles Negro” del 22 de febrero de 1995, donde el Ejército del Perú puso punto final al conflicto y se terminó de demarcar la frontera según el protocolo de Río de Janeiro.

Ese terreno hoy está olvidado y abandonado. No es motivo de nada. Es y seguirá siendo peruano siempre. Ese kilómetro cuadrado está inscrito en Registros Públicos peruanos. ¿Cómo explicarlo más fácil?

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