El dominical Cuarto Poder ha denunciado que la ministra de Cultura Betssy Chávez, otra de las escuderas del presidente Pedro Castillo desde el interior del gabinete, ha convertido al Estado en su agencia de empleos particular para dar trabajo a sus allegados, en este caso dos familiares de Abel Sotelo, a quien se le vincula sentimentalmente.

Primero está el padre de este personaje, Antonio Sotelo Calderón, nombrado en un puesto en el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, del cual Chávez fue titular hasta ser censurada por el Congreso.

El otro “suertudo” es el bachiller en Derecho Marco Sotelo, hermano de Abel Sotelo, quien tuvo un empleo en el despacho parlamentario de Chávez, una de las incondicionales del precario jefe de Estado que tiene seis investigaciones abiertas en el Ministerio Público por presunta corrupción.

Allí está una representante más del “gobierno del pueblo” a cargo de un presidente que pasará a la historia por incompetente, por sus nexos con la corrupción y por haber cargado el Estado de amigos, amigotes, paisanos, parientes y cómplices de quienes están en el poder.

¿Renunciará la ministra Chávez o dirá que todo es un complot de la oposición? ¿Saldrá como si nada como cuando se denunció el escandaloso plagio de su tesis en Tacna? Es lo más probable.