Verdad a medias por Cayetana Aljovín (OPINIÓN)

Las encuestas de opinión pública permiten conocer las “percepciones” de las personas respecto a ciertos temas, pero no deberían ser utilizadas para diseñar políticas públicas, las cuales deben estar basadas en evidencias y en algunos sectores incluso en información técnica y científica. Por ello, creemos que es importante evitar quedarnos con la forma en que algunos medios de comunicación presentan los resultados de estas encuestas, sino que debemos ir más allá e indagar y revisarlas cuidadosamente.

Esta semana, por ejemplo, se conoció una encuesta realizada por IPSOS por encargo de la ONG Oceana a un grupo de personas que viven en ciudades del litoral peruano. En ella, más del 90% de los encuestados considera que existe sobreexplotación en el mar; una percepción que, desde la industria pesquera, venimos alertando como una realidad dentro de las primeras millas, que es donde se realiza la pesca artesanal.

Ello, ocurre porque a diferencia de la pesca industrial, que fue regulada acertadamente mediante la Ley de Cuotas, en la pesca artesanal y de menor escala existe un exceso de flota. Como evidencia, en el año 1995 existían alrededor de 6,200 embarcaciones artesanales y en la actualidad superan las 20,000; a pesar que se han dictado sendas prohibiciones para la construcción de nuevas embarcaciones desde el año 2006.

Por otro lado, un factor que contribuye con esta sobre explotación -al depredar los recursos- es la pesca ilegal, factor que lamentablemente no ha sido recogido por la encuesta en mención.

Por ello, consideramos que lo que verdaderamente necesitan nuestros pescadores artesanales para evitar la sobre explotación de los recursos es una regulación que se ajuste a su actividad, con un adecuado dimensionamiento del esfuerzo pesquero y contar con una estricta fiscalización que evite la sobre explotación de los recursos y la pesca ilegal. En suma, hay mucho por hacer para evitar la sobre explotación de los recursos pesqueros en especial en las primeras 5 millas. Quizás la mejor manera para abordar esta problemática sea contar la verdadera historia y no narrar verdades a medias.