Arturo Woodman: “En 50 años no se ha oído hablar en Perú de expropiación”. Foto: Mario Zapata
Arturo Woodman: “En 50 años no se ha oído hablar en Perú de expropiación”. Foto: Mario Zapata

consciente de que es una persona de riesgo por el COVID-19, Arturo Woodman cuenta a Correo que cumple una cuarentena estricta, y si sale es para hacer un poco de deporte. “Si me pesca el virus, ya no me hará otra entrevista”, dice riéndose.  En este diálogo, es crítico del acuerdo entre el Gobierno y las clínicas para el intercambio prestacional.

A la luz de los hechos, ¿cómo evalúa el mensaje que dio el presidente Martín Vizcarra contra las clínicas?

La palabra expropiación no se oía en el país desde hace 50 años. El gobierno del general Juan Velasco Alvarado, que expropió la agricultura, el petróleo, la minería, nada dejó libre todo lo pasó al Estado y eso dejó al país en un atraso enorme. En mi opinión, el presidente Vizcarra no debió emplear esa palabra: ha sido una frase desacertada. Sin duda, siempre existen situaciones especiales, como la pandemia, todo tiene que ponerse en manos del Estado para salvar la salud.

Sin embargo, apenas a las horas del ultimátum, se llegó a un acuerdo que no se cerraba en más de dos meses.

Contra esa amenaza, evidentemente, las cosas tenían que arreglarse pues. El problema es que ambas partes no pudieron llegar a un acuerdo porque han puesto a malos negociadores. Incluso, el representante de las clínicas privadas (Carlos Joo) me da una pésima impresión. No era una persona adecuada para esta negociación.

Es decir, la culpa de la implementación del acuerdo no solo es del Estado... 

El Gobierno y las clínicas privadas han sido malos negociadores. Definitivamente, de los dos lados se debió acelerar esta negociación, atendiendo a la emergencia sanitaria. Ambos lados han tenido desidia, pero no justifica que el presidente Vizcarra mencione la palabra expropiación.

¿Qué hacer con los hospitales y clínicas que, en su mayoría, ya llegaron al límite de su capacidad?

Me llama la atención, por ejemplo, que en Lima no se está dando importancia al actual Hospital Larco Herrera, que tiene un área de más de 200 mil m2 y allí puede construirse un moderno hospital psiquiátrico, que puede quedar para la posterioridad. El alcalde de Lima no debe dejar de lado impulsar una iniciativa junto al sector privado.

¿El Gobierno es receptivo con el sector privado?

No sé si sea un resentimiento con el sector privado, pero se ve en el estilo del gobierno de Vizcarra que no está muy preocupado del desarrollo del país, sino enfocado en lo que dicen las encuestas. No ha tenido comunicación con el sector privado, que ha contribuido dando trabajo a gran parte del país.

¿Cuál es su evaluación del Gobierno durante la emergencia?

Hay que reconocer que la pandemia ha sido una situación extraordinaria, difícil de manejar, pero ver a bastantes jóvenes en las calles pese al toque de queda o las aglomeraciones en los mercados llama la atención. Ahí el Gobierno falló en no poner orden.

¿Cómo evalúa el mensaje que dio el presidente Martín Vizcarra contra las clínicas?

Entiendo que los médicos han expresado sus reparos, pero para que exista salud tiene que haber economía. Si no hay impuestos, no hay servicios básicos como la salud. La salud y economía van de la mano. Después de 100 días, hemos perdido una gran cantidad de dinero y se agrava la pobreza. Los hospitales no salen del aire.

Perfil

Arturo Woodman es ingeniero civil. Expresidente de la Confiep. Expresidente del Instituto Peruano del Deporte (IPD). Exdirector ejecutivo de Foncodes, Candidato a la primera vicepresidencia de la República en la plancha de Lourdes Flores Nano (2006)