Un sujeto identificado como Marcelino Soto Quispe fue condenado a 35 años de prisión tras encontrársele responsable de abusar sexualmente de dos menores de edad que son hermanas, además de intentar violar a una tercera niña de cinco años de edad en la región Ayacucho.
El sujeto mantenía asustadas a sus víctimas con la amenaza de asesinarlas porque era jefe de un grupo de senderistas.
El violador fue hallado autor del delito contra la libertad sexual en la modalidad de violación sexual en agravio de las menores de edad A.P.A. y R.P.A., aprovechando el vínculo familiar que tenía con ambas hermanas para ganarse su confianza.