Cada año se incautan S/1200 mlls. en productos falsificados

La venta de piezas industriales falsificadas es toda una industria en el Perú. Geraldo Malincovich, subgerente del Área de Innovación y Conocimiento de SKF Perú, dijo que esta ilegal actividad afecta a sectores como la minería, construcción, azucarero, papel, automotriz, tecnológico e industria en general, causando millonaria pérdidas y pone en riesgo la integridad del personal que opera las maquinarias.

Al respecto, refirió que, según la Comisión de Lucha contra Delitos Aduaneros y Piratería del Ministerio de la Producción (Produce), se incauta anualmente mercadería falsificada por un aproximado de S/1200 millones.

Bien hechos. Explicó que muchas veces quien compra las piezas para máquinas industriales no se dan cuenta que compran productos falsificados porque “esta industria” ha alcanzado un alto nivel tecnológico que los hace muy idénticos al original, incluyendo empaquetaduras y envoltorios.

“Esto hace, en muchos casos, muy difícil reconocer un producto falso. Sin embargo, los usuarios deben saber que solo en los centros distribuidores autorizados tienen la seguridad de encontrar productos originales”, recomendó.

Agregó que para enfrentar esa situación, SKF invierte en capacitar a su red de distribuidores en temas relacionados a calidad de servicio, ventas, funcionalidades y ventajas de los productos.

Malincovich dijo que la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), Produce, Ministerio Público, el Indecopi y las empresas afectadas por la falsificación realizan acciones en conjunto para impedir el ingreso de productos ilícitos a los canales de distribución que abastecen a la industria nacional.

“Ese trabajo conjunto, en el que las empresas están tomando mayor protagonismo, está dando resultados significativos. En marzo último, se realizó la destrucción, por parte de Indecopi, de más de 13 mil rodamientos falsificados de la marca SKF”, comentó.

Pérdidas. Los distribuidores autorizados, generalmente pequeños empresarios, son los principales perjudicados con los productos falsificados.