A 17 días de la fecha límite para anunciarlo, la jefa de Estado Dina Boluarte cerró cualquier posibilidad política de un adelanto de comicios y decidió convocar, de una vez, a las elecciones generales para el 12 de abril del año 2026.
El anuncio fue realizado en un inesperado mensaje a la Nación al mediodía de ayer, acompañada de Piero Corvetto, jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE); Roberto Burneo, titular del Jurado Nacional de Elecciones (JNE); y la jefa del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil, Carmen Velarde.
Sin embargo, lejos de expresar una buena intención convocante, el mensaje podría esconder un trasfondo político: Desviar los reflectores de la jefa de Estado y su familia, por las investigaciones, para centrarlos en los candidatos que participarán en los comicios, según expertos.
No obstante, eso no sería lo único. Dentro de su estrategia también habría buscado anticipar la convocatoria para que, en caso de ser eventualmente vacada, se imposibiliten unas elecciones presidenciales complementarias y extraordinarias.
CONVOCATORIA
El mensaje de Boluarte empezó recordando que el 7 de diciembre asumió la presidencia en reemplazo del vacado expresidente Pedro Castillo.
Así, dijo “que el Perú se asomó al precipicio al verse afectado por un golpe de Estado” que intentó asestar el exjefe de Estado, Pedro Castillo, desde Palacio.
Sostuvo que luego de “este periodo difícil” y cumpliendo con el mandato constitucional y legal” ahora “convoco a elecciones generales del 12 de abril del 2026 para elegir a nuestros próximos presidente o presidenta, así como a diputados y senadores del futuro Congreso bicameral”.
Luego, garantizó que el JNE, la ONPE y Reniec tendrán los recursos necesarios para el cumplimiento de sus funciones.
“Esperamos por el bien del Perú que los comicios del 2026 no solo permitan a nuestros ciudadanos ejercer su derecho al sufragio, sino poner fin al periodo de inestabilidad que llevó al Perú a tener 6 presidentes en los últimos años, generando una polarización que nos ha dividido”, manifestó.
La jefa de Estado enfatizó que el Perú “celebrará las elecciones del 2026 en un contexto de recuperación económica”. Añadió, luego, que nuestro país registra una de las inflaciones más bajas a nivel mundial y que en en febrero “la inflación fue de del 1.5%”.
Como si se tratara de un mérito de su gestión, aseguró que nuestra moneda “es la más estable de la región”, cuando, en realidad, dicho logro es del Banco Central de Reserva (BCR).
MENSAJE ESTRATÉGICO
Al respecto, el experto en temas electorales José Naupari afirmó a Correo que el mensaje de la presidenta fue políticamente estratégico.
Al ser consultado sobre qué buscaría la presidenta al convocar a elecciones 17 días antes de que acabe el plazo, respondió que “al gatillar la temporada electoral la atención de la ciudadanía y prensa serán a los partidos políticos y potenciales candidatos”.
“Cuando convocas a un proceso, comienzas a escuchar propuestas de lo que va a venir. Se descomprime un poco ello. El tema pasa más por ahí: Cambiar los reflectores y que no se le exija más a ella”, analizó.
De otro lado, sobre si la presidenta hubiera afrontado una vacancia antes de la convocatoria reciente, el especialista opinó que lo que correspondería sería una convocatoria a elecciones presidenciales complementarias y extraordinarias, y no un adelanto de elecciones generales.
“Considero que el artículo 115 de la Constitución es un correlato, un espejo al artículo 134. Es decir, que así como la disolución del Congreso conlleva solamente a las elecciones congresales extraordinarias para completar el periodo, la caída de la fórmula presidencial debiera llevar solamente a elecciones complementarias y extraordinarias”, indicó.
En ese orden de ideas, explicó que si se le vacaba a la presidenta de la República antes del anuncio, “no creo que se llevaba a elecciones generales, sino presidenciales”.
“Ahí también habría un debate. Si tu llevas a cabo un adelanto de elecciones generales, luego de la vacancia, ¿con qué plazo lo regirías? ¿Con el de 365 días pensando en las elecciones generales de 2026, que es una norma ad hoc, o con 270 días que es la regla general”, manifestó.
Similar opinión tuvo José Villalobos. El experto en temas electorales afirmó que la convocatoria anticipada busca bajar las tensiones y quitar los reflectores de los medios en el Gobierno y las denuncias que hay sobre la presidenta y su familia.
“Efectos legales, no cambia el cronograma ni las fechas. Que se convoque el 12 de abril o ahora no cambia nada, salvo que ahora el Estado no puede hacer publicidad estatal, salvo que sea de utilidad pública”, aseguró.
De otro lado, indicó que si fuera vacada ahora “igual tendría que convocar a elecciones para el 12 de abril del 2026 porque los plazos son de un año. La vaquen ahora o ayer, las elecciones serán el 12 de abril”.
A su turno, José Tello, experto en temas electorales y el exministro de Justicia de Boluarte indicó que la presidenta “tiene una estrategia política y es hacer que la atención pública vaya hacia la elección y ya no a su Gobierno”.
