En los últimos meses, la justicia e investigaciones han sido sacudidas por la muerte de personas vinculadas a sonados casos en calidad de testigos o aspirantes a colaboradores eficaces. Se trata de José Miguel Castro, Nilo Burga y Andrea Vidal Gómez.

Las circunstancias de sus fallecimientos han generado alarma y sospechas sobre la seguridad de quienes colaboran con la justicia en casos de corrupción y crimen organizado.

José Miguel Castro

José Miguel Castro, exgerente municipal de Lima y colaborador eficaz en el caso de presunto financiamiento ilegal de las campañas de la exalcaldesa de Lima, Susana Villarán, fue hallado muerto en su domicilio de Miraflores el 29 de junio de 2025, con un corte en el cuello y dos cuchillos junto a su cuerpo.

José Miguel Castro reveló todo sobre Susana Villarán a cambio de no irse preso. Foto: GEC
José Miguel Castro reveló todo sobre Susana Villarán a cambio de no irse preso. Foto: GEC

La Policía y la Fiscalía mantienen abiertas todas las hipótesis, incluido el homicidio, ya que la escena presenta elementos inusuales y la puerta del baño habría sido forzada.

Su muerte ocurre a pocos meses del inicio del juicio oral, donde su testimonio era considerado clave para la acusación. La falta de homologación judicial de su colaboración podría dejar sin valor sus declaraciones, debilitando gravemente el caso contra Villarán y otros implicados.

Nilo Burga

Nilo Burga Malca, presidente del directorio de Frigoinca e investigado por presuntas irregularidades en el programa estatal Qali Warma, fue hallado muerto el 25 de diciembre de 2024 en la habitación de un hotel en Magdalena.

Nilo Burga en hotel (Panorama)
Nilo Burga en hotel (Panorama)

Presentaba una herida profunda en el cuello y, al igual que en el caso de Castro, se encontró un cuchillo y una toalla ensangrentada en la escena.

La hipótesis inicial fue de suicidio, pero la similitud con otros casos y la cercanía de su testimonio en la investigación han generado dudas y especulaciones sobre un posible silenciamiento.

Tanto la muerte del exfuncionario edil Miguel Castro como la de Nilo Burga presentan presuntas coincidencias.

Andrea Vidal

Andrea Vidal Gómez, abogada de 27 años y extrabajadora del Congreso de la República, fue atacada a balazos por sicarios mientras se trasladaba en un taxi.

Falleció tras siete días en cuidados intensivos. Aunque en un inicio se pensó en un caso de extorsión, las investigaciones apuntaron a que ella era el objetivo del ataque.

Los peritos de la Policía recogieron los casquillos de bala de la escena donde fue baleada Andrea Vidal. (Foto: El Comercio)
Los peritos de la Policía recogieron los casquillos de bala de la escena donde fue baleada Andrea Vidal. (Foto: El Comercio)

Vidal había trabajado en la Oficina Legal y Constitucional del Congreso y estuvo vinculada a investigaciones sobre una presunta red de prostitución en el Parlamento, lo que ha aumentado las sospechas sobre la motivación detrás de su asesinato.

Las muertes de Castro, Burga y Vidal presentan inquietantes coincidencias y han puesto en tela de juicio la protección y garantías para quienes deciden colaborar con la justicia en casos de corrupción y crimen organizado en el país.

Las investigaciones continúan, pero la opinión pública y la comunidad jurídica exigen respuestas claras y garantías para evitar que la verdad quede sepultada junto con los testigos.

Darwin Condori

Si bien se trata de un caso totalmente diferente. La muerte de Darwin Marx Condori Antezana, principal sospechoso del feminicidio de Sheyla Cóndor, generó interrogantes tras su muerte el 19 de noviembre de 2024.

El cuerpo del suboficial PNP fue hallado en un hotel del distrito de San Juan de Lurigancho con signos de asfixia por ahorcamiento y una herida en la muñeca izquierda, aunque lo que inicialmente fue catalogado como un suicidio.

Sin embargo, el abogado de la familia de Cóndor, Aaron Alemán, ha expresó dudas sobre las circunstancias del deceso y no descarta que hayan querido silenciarlo.

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