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De forma imprevista, ayer se dieron por concluidas las funciones del comandante general del Ejército, Carlos Vergara Ciapciak, y se nombró en su reemplazo al general de división EP Luis Humberto Ramos Hume.

De inmediato, surgieron una serie de voces críticas no solo por la inesperada remoción, sino por las características del militar que ostentará este cargo en plena época electoral.

El retiro de Vergara se oficializó a través de una resolución suprema que lleva la firma del presidente  y del ministro de Defensa, Jakke Valakivi.

Se debe recordar que Vergara asumió el máximo cargo de su institución el 31 de agosto de este año, por lo que solo permaneció en él cuatro meses. Ramos Hume es el sexto comandante general en menos de cinco años de gobierno.

En la resolución se reconocen los “40 años de servicio como oficial del Ejército” de Vergara.

OJO AL CAMBIO. El nuevo comandante general del Ejército, el general de división Luis Humberto Ramos Hume, pertenece a la promoción “Héroes de San Juan y Miraflores”, al igual que Vergara, y ambos tienen el mismo tiempo de servicio en el Ejército.

Además, el ascenso a general de división de Vergara se dio a fines de 2014 y entró en funciones en enero de 2015, es decir, no llega a los dos años en ese escalafón.

Hasta hace poco, Ramos ocupaba el cargo de jefe de Estado Mayor General del EP, y a inicios de este año fue responsable de la I División General del Ejército. También ha sido inspector general del Ejército.

Sin embargo, son los vínculos que algunos de sus familiares tienen con el Partido Nacionalista los que generan sospecha.

Y es que el hermano del ahora comandante general es el conocido dirigente nacionalista César Ramos Hume.

Este último fue miembro del Comité Electoral Nacional del Partido Nacionalista y desde 2014 asumió la presidencia de ese órgano.

En julio de este año, César Ramos Hume tuvo que asistir en calidad de invitado al Congreso a declarar ante la comisión Belaunde Lossio por los presuntos actos de corrupción que realizó el exasesor de la pareja presidencial en diferentes regiones.

Es más, según una corrección que hizo el Partido Nacionalista ante la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), el hermano del hoy comandante general aportó al Partido Nacionalista S/.10,720.

BAJO SOSPECHA. A inicios de octubre, el general de división EP (r) Leonardo Longa denunció a través de este medio que la promoción del presidente Ollanta Humala haría proselitismo político en las elecciones de 2016.

La designación de Luis Ramos Hume, según Longa, es la demostración de ello.

Longa fue pasado a retiro a pesar de ser primer puesto de su promoción. El Poder Judicial ha pedido su retorno, pero el Ministerio de Defensa no ha acatado esta disposición.

En diálogo con Correo, Longa señaló que espera que la designación de Luis Ramos Hume, de su promoción, no sea usada con fines políticos.

“Le deseo éxitos, pero espero que haga gestión en el Ejército con fines institucionales, no proselitistas, como parece ser la intención del Ejecutivo”, señaló.

Agregó que la relación que tiene Luis Ramos Hume con su hermano nacionalista es muy polémica y cree que este no debió aceptar el cargo por el contexto electoral.

“Sé que su hermano es dirigente nacionalista en Tacna y se da a entender que el puesto es con un fin político. Eso tiene que investigarse”, manifestó.

Para Longa, la presencia de un comandante general cercano al nacionalismo es “muy peligrosa”, ya que ante una crisis, podría ayudar a que salgan del país algunas personas.

En otro momento, explicó que cuando un comandante general pasa a retiro, se le suelen reconocer “40 años de servicio”, según ley, pero en la práctica tienen menos tiempo.

“Vergara y Ramos son de mi promoción y tenemos 33 años de servicio. Nos faltan siete años, pero eso Humala no lo cumple y su intención es pasar al retiro a los más antiguos para colocar a su promoción en los altos cargos y usarlos para fines no institucionales”, cuestionó.

Al respecto, el analista en temas de seguridad y defensa Fernando Rospigliosi opinó que este cambio sería una muestra más de la politización del Ejército, que empezó con los cambios en las reglas de juego para ascender a la promoción de Humala. “Esto es una muy mala señal”, afirmó.

Rospigliosi recordó que el gobierno de Alberto Fujimori, bajo el control de Vladimiro Montesinos, usaba al Ejército con esos fines.

“Creo que ya tenemos mala experiencia. Que eso pueda estar ocurriendo otra vez era lo que temíamos”, añadió.

Agregó que con el cambio en la Comandancia General del Ejército se comprueba un mal uso de las Fuerzas Armadas.

“Es preocupante que el nuevo comandante Ramos Hume tenga un hermano dirigente nacionalista y que este cambio suceda en plena campaña electoral”, advirtió.

Agregó que tras este hecho lo que debería hacer el Ejecutivo es rectificarse.

“El Gobierno tiene que cambiar de decisión, aunque parece que será muy difícil, ya que se ha politizado el Ejército a pesar de las denuncias”, indicó.

En el mismo sentido, el legislador fujimorista Carlos Tubino señaló que el cambio de Vergara le parece inusual, ya que el Ejecutivo dio a entender que el anterior era el último cuando asumió la Comandancia General del Ejército.

“Que el hermano del comandante general sea un nacionalista, y su cambio entre gallos y medianoche, preocupa, y llama a especular cualquier cosa, como el uso del Ejército para fines electorales”, declaró.

Manifestó que es probable que el anterior comandante general no haya aceptado algún mal uso de los recursos del Ejército con fines políticos y por ello se haya dado su salida.

“El ministro de Defensa (Jakke Valakivi) debería aclarar este cambio. En este contexto, eso es peligroso, más aún si hay un candidato del oficialismo que es un general del Ejército en situación de retiro”, expresó Tubino en alusión a Daniel Urresti.

“ES SOSPECHOSO”. El legislador José León, integrante de la Comisión del fenómeno El Niño, recordó que su grupo de trabajo ha cuestionado el gasto de S/.50 millones del Ejército solo en vuelos aéreos para este evento climático.