Martín Belaunde Lossio reaparece en Santa Cruz y se hace la víctima

Martín Belaunde Lossio salió de su guarida y, desafiante, dijo ser víctima de un “montaje político disfrazado de juicio”.

El exjefe de la campaña electoral del otrora candidato Ollanta Humala, en defensa de la tesis con la que busca refugio en Bolivia, se presentó la mañana de ayer en el hotel cinco estrellas Buganvillas de Santa Cruz para leer un comunicado ante la prensa, en el que enfatizó: “En el Perú, la injerencia política y mediática no permite que pueda ser juzgado de modo imparcial y transparente”.

OSCUROS INTERESES. Tablet en mano y sin aceptar preguntas de la prensa, Belaunde Lossio refirió que los procesos en su contra “responden a oscuros intereses de los políticos de oposición y algunos personajes vinculados al régimen de turno, quienes controlan el poder judicial y el poder mediático”.

El empresario expresó que en el Perú no se habían respetado sus derechos y, al no tener las garantías necesarias, temía por su seguridad -no solo jurídica- por lo que estaba en Bolivia pretendiendo demostrar que “no cuento con garantías suficientes para ser debidamente juzgado en mi país”.

“No he cometido ningún delito ni en el Perú ni en ningún otro Estado”, agregó Belaunde Lossio al apuntar que en la justicia peruana “no se me persigue por delito alguno”. Ello pese a las imputaciones en su contra por el caso “La Centralita” y la mafia organizada en Áncash, que han llevado a que se dicte una prisión preventiva de 18 meses en su contra, además de ser investigado por la comisión de los delitos de asociación ilícita para delinquir, tráfico de influencias, colusión y corrupción de funcionarios por el Congreso.

Sentado al lado de su abogado, Jorge Valda, dijo que solicitó el refugio a Bolivia el 16 de diciembre de 2014 “y desde entonces respeto las condiciones establecidas en la normativa vigente en mi calidad de solicitante”.

Trascendió que Valda fue contratado por Belaunde Lossio, además de sus credenciales, por haber conseguido meses atrás refugio político en Estados Unidos para el empresario Humberto Roca, acusado por las autoridades bolivianas del delito de enriquecimiento ilícito.

“Me comprometo a respetar los plazos y los procedimientos establecidos por la ley boliviana y acataré las decisiones que el gobierno boliviano tome”, agregó Belaunde Lossio, quien espera la decisión de la Comisión Nacional del Refugiado (Conare) sobre su solicitud.

Al término de su lectura, de no más de cinco párrafos, Belaunde Lossio se negó a responder las preguntas de los periodistas y salió del hotel raudamente, acompañado de un gran contingente de seguridad, con destino desconocido.

TIBIA RESPUESTA. En Lima, tras la conferencia de prensa de Belaunde Lossio, voceros del gobierno ensayaron tibias respuestas.

El ministro de Trabajo, Fredy Otárola, al ser consultado sobre la autodeclaratoria de “perseguido político” del amiguísimo de la pareja presidencial, atinó a responder: “Lo peor que podemos hacer es politizar el tema”.

“Es un tema que lo está viendo la Cancillería del Perú en torno a la situación del señor Belaunde, y es un tema que está en el Ministerio Público y el Poder Judicial. Dejémoslo en ese ámbito”, sostuvo sin querer referirse a la acusación de una presunta persecución de personajes vinculados al Gobierno.

Por su parte, los voceros de la bancada del Gobierno, Josué Gutiérrez, Sergio Tejada y Julia Teves, decidieron no responder las llamadas telefónicas.

LA RUTA. Ahora bien, la tarde de ayer surgieron versiones de que Belaunde Lossio, antes de su huida, habría estado escondido en madre de dios, desde donde habría escapado con protección policial.

Según el exgobernador de Madre de Dios Gilbert Galindo, MBL estuvo hospedado en los hoteles Paititi y Wasai, y “se habría dirigido a Bolivia por la zona llamada Puerto Pardo y tomado la ruta del río Madre de Dios hacia Bolivia”.

Así lo consignó al portal Lamula. En Bolivia, señaló Galindo, Belaunde Lossio se encontró con otro prófugo, su amigo el expresidente regional de Madre de Dios Luis Aguirre Pastor.

Por su parte, Norma Piérola, diputada de la oposición en Bolivia, dijo que lo que hace Belaunde Lossio es “burlarse de la justicia y de los bolivianos”, y no dudó en precisar que “los gobiernos de Perú y Bolivia lo están encubriendo”.

“Es un insulto lo que hace. Mientras lo buscan, sale como si no pasara nada a dar una conferencia de prensa”, reclamó.