Oposición cree que el Ejecutivo da muestra de debilidad en Cajamarca

La euforia parece dominar los ánimos de Gregorio Santos tras la cancelación del estado de emergencia en Cajamarca y el repliegue gubernamental.

Ante el nuevo escenario, el presidente regional lanzó vivas al MAS (Movimiento de Afirmación Social), el grupo político local de su propiedad, al que sueña convertir en nacional e inscribir ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).

En su cuenta de Twitter, Santos escribió ayer, tras conocer la suspensión del estado de emergencia en Cajamarca: "Coraje y dignidad para salvar la patria y sus recursos naturales, herencia de quienes entregaron su vida por el Perú. Viva el MAS y sus bases".

Más empoderado que nunca, el líder regional de Patria Roja continúa: "No se ha levantado Estado de E (estado de emergencia), está concluyendo, ojalá concluya la ocupación militar-policial. Si MY (Minera Yanacocha) incumple con retirarse de Conga, protesta seguirá". Luego añade: "Newmont debe cumplir con retirar máquinas de la zona".

En el mismo tono sardónico, Wilfredo Saavedra, presidente del Frente de Defensa Ambiental, reclamo la autoría de la suspensión de Conga. "Nosotros suspendimos el proyecto hace 9 meses", dijo, y anunció que ahora coordinan con las otras provincias de la región "para continuar con el proceso de resistencia popular". "Estamos mucho más convencidos ahora de que no hay licencia social para que la empresa desarrolle el proyecto", agregó.

ERRÁTICA. En Lima, la decisión del gobierno despertó reacciones controvertidas. Sectores de la oposición cuestionaron la medida por considerar que alienta el fortalecimiento del núcleo radical de Cajamarca, pero otros expresaron su respaldo.

Según Rolando Reátegui (bancada fujimorista), el gobierno entendió que ante una población fuertemente influida por un sector político (radical), el estado de emergencia era inútil. En ese sentido, piensa que la decisión del Ejecutivo "puede solucionar el problema o agravarlo. Lamentablemente, estamos en una disyuntiva".

Reátegui expresó su temor de nuevos y violentos enfrentamientos. "Eso es evidente. Es crónica de una muerte anunciada. Si la empresa continúa con las obras, sin estado de emergencia, realmente es un polvorín (...) Lamentablemente, el Ministerio Público y el Poder Judicial no han estado a la altura de las circunstancias", anotó.

Luego lanzó una interesante hipótesis. Según él, el presidente Ollanta Humala estaría buscando crear las condiciones que lo lleven a patear la "Hoja de Ruta" y restablecer el programa de la "Gran Transformación". Sustentó su hipótesis en que Santos tuvo una enorme cercanía con el candidato Ollanta Humala en la última campaña presidencial. Era el jefe de campaña y principal impulsor de la figura de Ollanta en Cajamarca. Santos, añade, era también muy cercano a la empresa minera Yanacocha hasta hace un tiempo. "Me cuesta trabajo creer y me extraña que con esos antecedentes no pueda el presidente Humala solucionar el problema Conga. Lo lamento, pero me extraña profundamente", añadió.

Y explicó así su extrañeza: "Es como si estuviera llevando a una circunstancia tal, y lo digo en condicional, para que más adelante diga: 'Bueno, miren, yo cambié a mi hermano a la Base Naval, impuse el estado de emergencia, seguí la Hoja de Ruta, hice todo, pero no funciona. Así que tengo que ir a la Gran Transformación nuevamente'".

CEDIENDO A TODO. En opinión de Alejandro Aguinaga, portavoz del fujimorismo, el gobierno está cometiendo el error de ceder a todos los caprichos de Santos y compañía. Añadió que el presidente regional de Cajamarca no tiene interés en dialogar ni negociar nada con los facilitadores ni los representantes del gobierno.

"Santos, le des lo que le des, terminará exigiendo más, porque ha encontrado debilidad, falta de principio de autoridad (...) Él, prácticamente, se zurra en el gobierno", declaró a un portal de noticias.

"Esto demuestra que continuará pidiendo más, porque tiene el espíritu de Patria Roja y de los extremistas de ganar espacios (...) El gobierno está cometiendo el error de ceder a todos los caprichos de Santos y compañía, que no representan a nadie", manifestó.

Para Lourdes Alcorta, de Alianza Por el Gran Cambio, el gobierno "está completamente confuso" frente al líder extremista que "hace lo que le da la gana".

RESPALDO EMPRESARIAL. Tanto la Cámara de Comercio y Producción de Cajamarca como la Confederación de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep) expresaron su respaldo a la medida.

Luis Reyna, de la Cámara de Comercio de Cajamarca, señaló que la decisión del gobierno "no debiera verse como una debilidad, sino como una señal de que quiere dialogar. Espero que sea tomado así por los diversos actores del conflicto".

A su turno, el vicepresidente de la Confiep, Alfonso García Miró, comentó que se abren las posibilidades de poner en marcha una agenda de desarrollo que contemple la reactivación del turismo, comercio, minería, agricultura y ganadería en la región.

En términos similares se manifestaron Luis Guerrero, portavoz del Colectivo Cajamarca, y monseñor Luis Bambarén.

Finalmente, monseñor Miguel Cabrejos no pierde las esperanzas y exhortó a todos los actores a "reencontrarse y retomar el diálogo para analizar los temas".