La contaminación cruzada es un problema común en la cocina que puede causar infecciones gastrointestinales. Con medidas sencillas, como la limpieza de manos y utensilios, se puede evitar riesgos de salud.
La contaminación cruzada es un problema común en la cocina que puede causar infecciones gastrointestinales. Con medidas sencillas, como la limpieza de manos y utensilios, se puede evitar riesgos de salud.

La contaminación cruzada (CC) es la transferencia de gérmenes, virus, bacterias y hongos de un alimento a otro, lo que puede provocar infecciones gastrointestinales. Según el gastroenterólogo Héctor Velarde, de la Clínica Ricardo Palma, este problema es fácil de prevenir, pero muchas veces no se toman las medidas adecuadas para evitarlo.

¿Cómo evitar la contaminación cruzada en la cocina?

Para mantener la seguridad en la cocina, se recomienda seguir estos hábitos:

  • Lavado de manos: Antes de cocinar, es importante lavarse las manos con agua y jabón por al menos 20 segundos, especialmente después de tocar carne cruda o huevos.
  • Desinfección de utensilios: Cuchillos, tablas de cortar y cucharas deben ser lavados y desinfectados después de cada uso para evitar la propagación de bacterias.
  • Higiene en áreas de almacenamiento: La nevera, reposteros y superficies de cocina deben mantenerse limpias para prevenir la contaminación de los alimentos.
  • Separación de alimentos crudos y cocidos: Los productos crudos, como carnes y pescados, no deben entrar en contacto con los alimentos listos para consumir.

Enfermedades causadas por la contaminación cruzada

El consumo de alimentos contaminados puede generar síntomas como vómitos, diarrea y dolor abdominal. Entre las enfermedades más comunes se encuentran:

  • Salmonelosis: Por consumo de huevos crudos contaminados.
  • Escherichia coli y shigelosis: Por falta de higiene en la manipulación de alimentos.
  • Enterovirus y aeromonas: Relacionadas con el uso de tablas de picar mal desinfectadas.

Además, una exposición constante a microorganismos dañinos puede afectar la microbiota intestinal, aumentando el riesgo de desarrollar sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SIBO), una condición que provoca hinchazón, gases y dolor abdominal recurrente.

Contaminación cruzada e intolerancias alimentarias

La contaminación cruzada también afecta a personas con intolerancia al gluten o la lactosa. Si los ingredientes no son manipulados con precaución, los afectados pueden sufrir fuertes desórdenes digestivos. Por ello, es clave informar sobre los ingredientes utilizados en cada plato y mantener un orden estricto en la cocina.

La higiene es clavePara evitar riesgos de salud, es fundamental mantener la cocina limpia, separar correctamente los alimentos y lavarse las manos y utensilios. Pequeños cambios en los hábitos diarios pueden prevenir enfermedades y proteger la salud de toda la familia.

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