La buscaban desesperadamente y la encontraron muerta. La familia de Lizbeth Mendoza Huamán (20) denunció su desaparición sin imaginar que los dueños de un hotel hallarían su cuerpo en el ropero de una de las habitaciones.

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Lo último que se supo de Lizbeth, madre de un niño de 2 años que ahora queda en la orfandad, es que a las 10:00 de la noche del martes, salió de su trabajo ubicado en el Jr. Dos de Mayo en Huamanga y no se le vio más.

La denuncia fue puesta el miércoles. El jueves, el cuartelero del hotel ‘El Emperador’ ubicado en la cuadra 1 de la Av. El Ejército, en el distrito de Andrés Avelino Cáceres, sintió un extraño olor en una de las habitaciones, el edor lo condujo al ropero y al abrir la puerta del mueble halló el cuerpo de la joven.

Según información policial, hallaron manchas de sangre en sus partes íntimas además de signos de estrangulamiento. El examen médico legal practicado al cuerpo confirmó que murió de asfixia mecánica por estrangulamiento.

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Según los trabajadores del hotel, la víctima ingresó junto a un sujeto al promediar las 3:00 de la madrugada del miércoles, luego el varón abandonó el lugar solo.

El problema es que en el área de recepción no registraron los nombres completos ni de la joven ni del feminicida quien habría huido con rumbo desconocido sin ser plenamente identificado. La Sexta Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Huamanga y efectivos de la División de Investigación Criminal iniciaron con las investigaciones.

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