Tras dos años de pandemia, el coliseo trujillano ha reabierto sus puertas para recibir a decenas de parejas de la “reina y señora de todos los bailes del Perú” y a un público que se ha reencontrado con un espectáculo único en el país.
Tras dos años de pandemia, el coliseo trujillano ha reabierto sus puertas para recibir a decenas de parejas de la “reina y señora de todos los bailes del Perú” y a un público que se ha reencontrado con un espectáculo único en el país.

El coliseo cerrado ha vuelto a ser ese enorme cemento caliente en el que decenas de parejas sacan chispas a la pista de baile para conquistar al público –y al jurado, por supuesto– y coronarse campeones del que debe ser el concurso de marinera más hermoso del planeta.

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La de ayer volvió a ser una jornada intensa, pero también fue especial. Desde las 2 p.m., parejas de la categoría De la Unidad (personas con síndrome de Down) entraron a la pista y volvieron a enamorar a las graderías con arte e identidad nacional. Los mejores disputarán la final este domingo.

Al aire

Si bien las puertas del coso volvieron a abrirse poco antes de las 2 p.m., en los exteriores del mismo ya se podía respirar ese aroma a pañuelo fresco y revoloteante.

“Vengo de Cajamarca y sí, mi sueño es salir campeona”, nos cuenta Jheysu Cáceres Gallardo. A pocos metros de unas de las puertas del coliseo, la profesora Harumy Vargas termina de maquillarle los ojos, mientras Sofía, de 12 años y también cajamarquina, alista el vestido con el que saldrá del túnel rumbo a la pista de baile. “Estoy emocionada”, confiesa.

Alison Villegas Salazar es otra niña que ha llegado a Trujillo con el sueño de enfundarse la banda de campeona nacional en su categoría. Tiene 12 años y le acompaña su madre, la mujer que termina de ponerle el sexto gancho en la cabeza. “Vengo de Chiclayo y estoy cumpliendo un sueño. Espero con ansias mi debut”, dice.

Ayer, también se disputó la semifinal de las categorías infantes, infantil, junior y adultos.

En las puertas del coliseo, Micaela Azabache (8) y Nicolás Váez (9) ensayan su estreno. Ella viene de Pimentel (Chiclayo) y él, de Lima, pero la marinera los ha unido. Sus pies descalzos poseen fuerza y delicadesa. Él la corteja y ella le responde con una sonrisa. Creen tener posibilidades de ganar. “Estoy contento”, exclama Nicolás. Se le nota: su desbordante sonrisa  transmite fe, además.

A Fabricio Gómez Cuba su padre termina de ponerle la faja. Quizás el hecho de ser trujillano le da más confianza, pero siente también la enorme responsabilidad de salir campeón en su tierra. “Tiene ocho años y mi ilusión es la de él”, sostiene su progenitor a pocos centímetros del auto que sirve como vestuario. Es una imagen que la transmisión no capta.

En las tribunas, y en la pista, todos llevan mascarilla. Mediante parlantes constantemente se pide no sacarse el barbijo. El concurso nacional y mundial de marinera ha vuelto tras dos años de pandemia. Sobre la pista del Gran Chimú se danza la marinera, Patrimonio Cultural de la Nación y considerada, por muchos, “la reina y señora de todos los bailes del Perú”. Su día es el 7 de octubre, pero en marzo también hay fuerzas y ganas para bailarla con galantería y picardía.

lo que sigue. Tras la maratónica jornada de ayer, hoy se disputará la primera final, desde las 2 p.m., también en el Gran Chimú.

De acuerdo con el programado publicado por el Club Libertad, organizador del tradicional concurso, esta tarde estarán en la pista las categorías oro, master, senior, juvenil y adultos.

La primera final de preinfantes, infantes, noveles, infantil y junior se desarrollará el sábado, también desde las dos de la tarde.

El domingo, a partir de las 10 a.m., se disputará la segunda y tercera final en todas las categorías, excepto De la Unidad, cuya final-final está programada para el mismo día junto con las otras categorías.

El concurso Campeón de Campeones se realizará al final de la jornada dominical. Esta categoría se lleva un premio de S/ 10 mil, además de los ansiados “pañuelos de oro”.

Otras categorías que reparten un importante premio económico son infantil, junior, juvenil, adultos y senior, cuyos ganadores se llevan S/ 5 mil.

Orgullo

Una de las más gratas participaciones en este 62 Concurso Nacional y 12 Mundial de Marinera es la de Camila Amaral, hija de María del Carmen Olórtegui Risco. Nadie como la [ahora] psicóloga ha ganado tantos títulos en la historia de la competencia: ha sido ocho veces campeona nacional y primera laureada mundial de oro tras haber ganado tres veces la categoría Campeón de Campeones.

Camila, la mayor de sus dos hijas, volverá a zapatear en la pista del Gran Chimú esta tarde y buscará clasificar a la segunda final en la categoría noveles. “Gracias, Dios”, publicó Olórtegui en su cuenta de Facebook apenas Camila pasó a la siguiente etapa.

“Estoy más que emocionada. La felicidad se llena de detalles y momentos. Lo que siento ahora no creo que se vaya, se quedará impregnando en mi memoria y mi corazón. He vuelto al coliseo después de dos años; esta vez no solo a disfrutar, sino de la mano de mis hijas: la menor (Catalina), iniciando un camino de competencia, y la mayor, construyendo su propia historia”, nos confesó.