Afuera hay mucho más
Afuera hay mucho más

Hemos hablado en esta sección, en alguna oportunidad, del admirable trabajo que Virgilio Martínez y su equipo vienen realizando alrededor de nuestra cocina. Los ecosistemas que existen en el Perú son la base del restaurante Central y del menú degustación que Martínez ofrece día a día a comensales de todas partes del mundo. El corazón de toda la investigación gastronómica que se realiza, tanto en Central como en Kjolle, restaurante liderado por Pía León, esposa de Martínez, y MIL, el espacio que tiene en Moray (Cusco), viene de Mater Iniciativa, unidad de investigación biológica y cultural a cargo de Malena Martínez.

Congreso

Toda esta investigación alrededor de nuestra biodiversidad dio lugar a Momento, un congreso multidiciplinario que tuvo su primera edición en 2017 en Urubamba, Cusco, y su segunda edición, que se realizó en la selva peruana, dentro de la Reserva de Tambopata, en las instalaciones de Inkaterra, reunió a cocineros, académicos, lingüistas, botánicos, agricultores y emprendedores con el objetivo de aprender de la interacción de las múltiples disciplinas y cómo se relacionan con la comida.

Expositores

Aproximadamente 50 personas, de diversas partes del mundo, emprendieron un viaje hacia lo desconocido, pero intrigados por saber más de nuestra selva, un espacio inmenso pero desconocido incluso para los mismos peruanos.

Durante todo ese tiempo tuvimos la suerte de escuchar ponencias de un neurocirujano sobre cómo la memoria y la comida se relacionan; un lingüista nos contó cómo habían rescatado una lengua que ya se había dado por perdida; un fotógrafo de naturaleza nos explicó el programa que están desarrollando para registrar especies, paisajes y espacios del mundo entero; entre otras interesantes charlas que nos nutrieron y nos dejaron con ganas de más.

Todo esto, sin contar que en todo momento estuvimos rodeados de naturaleza, desconectados de todo, pensando solo en la información que obteníamos.

Naturaleza

Visitamos el lago Sandoval, al que llegamos luego de varias horas de caminata en el barro. La paz de entrar y ver las especies que ahí habitan no tiene precio. Vida silvestre en su máximo esplendor: familias de nutrias, murciélagos, tortugas, aves, monos, entre otros. Y al mismo tiempo, entender que esa naturaleza está amenazada cada día por la minería ilegal, que se encuentra más cerca de la reserva y de la que no se hace nada por detenerla. Una experiencia inigualable que te lleva a conocer infinitas cosas y pensar en una solución ante esta situación.

Es momento de trabajar en conjunto e intentar hacer algo para solucionarlas. Quienes amamos nuestro país y sus recursos tenemos un compromiso con ellos, y no me refiero solo a la selva, sino a todos los rincones del Perú.

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