Cada cuarto domingo de julio, el Perú celebra con orgullo el Día Nacional del Pisco. Tradicionalmente asociado a la coctelería, este destilado elaborado a partir de uvas pisqueras empieza a conquistar otro territorio: el de las ollas, sartenes y moldes de repostería. Desde marinadas hasta postres, el pisco demuestra ser mucho más que un buen compañero de brindis.
“El pisco no solo es para cócteles, también puede lucirse en una salsa, una marinada o incluso en un postre”, afirma Jorge Cerna, director de la carrera de Gastronomía y Gestión Empresarial de la Universidad Le Cordon Bleu. Su sabor intenso, aroma elegante y carácter frutal lo convierten en un ingrediente ideal para dar profundidad a preparaciones como el seco de res, un sudado de pescado o incluso una leche de tigre con personalidad.
Pisco para salados y dulces: Aunque el pisco sour, el chilcano y la algarrobina siguen siendo referentes, el uso del pisco en la cocina se afianza cada vez más. En platos salados, puede aportar frescura a tiraditos, realzar guisos y generar contrastes sorprendentes en recetas caldosas. “Incluso flamear un lomo saltado con pisco da un toque espectacular”, añade Cerna.
En el ámbito dulce, también brilla. Postres como el guargüero ganan cuerpo al incorporar pisco en la masa, y el clásico arroz con leche adquiere un aroma más profundo. “El pisco aporta estructura y elegancia. Es ideal para la repostería tradicional y moderna”, resalta el chef.
Una bebida con identidad y futuro: Para Cerna, el pisco tiene un potencial comparable al coñac o el brandy, pero con una identidad que lo hace único: se elabora a partir del 100 % del mosto fresco de uva y su producción está íntimamente ligada al terroir de la costa sur peruana. “El pisco es sensacional. Solo hace falta más creatividad y confianza para incorporarlo en nuestras recetas”, sostiene.
Una celebración que va más allá del brindis: Este Día Nacional del Pisco, el mejor homenaje no está solo en alzar la copa, sino también en atreverse a cocinar con él. Una reducción para carnes, una infusión para postres o una chispa en una receta de autor: el pisco está listo para brillar en la cocina peruana.