Si hay sol o no, al peruano no suele importarle cuando piensa en cocina marina, aunque al más mínimo rayo solar el antojo de canchita crujiente y cerveza helada sea inminente y motivo de salida obligada. Los locales marinos y, por supuesto de ceviches, siempre son una parada básica para muchos. Desde hace ya un buen tiempo el distrito de Surquillo se ha vuelto una zona atractiva para los nuevos negocios de cocina. Es un vecindario con historia y tradición, pero sobre todo sabroso, donde la gente sabe comer bien y busca calidad-precio. Son muchos los jóvenes que apuestan por este distrito para comenzar sus emprendimientos gastronómicos. Alquileres razonables y buena ubicación son las principales razones.
Desde hace seis meses, el cocinero Renato López abrió las puertas de Hayaq, un acogedor espacio de dos pisos en la calle San Diego, a pocas cuadras del Mercado N° 1, y desde el primer día ha cautivado al comensal local con su sabrosa sazón, cocina casera y productos frescos. Renato ha sabido armar una propuesta interesante. La carta no es inmensa, es corta y definida, donde encontramos varios platos familiares: ceviches, causas, o un contundente y muy solicitado espagueti con huancaina y lomo saltado. Van pasando las semanas y conforme el cocinero va agarrando confianza la carta va adquiriendo más personalidad. La atención es amable y el servicio correcto y a tiempo.
Hayaq significa picante en quechua, y el picante no es un sabor, es una sensación. Eso es lo que busca brindar Renato al comensal con su cocina: sensaciones. “Y que la gente salga feliz cuando se vaya”, comenta emocionado. Intenta utilizar varias de nuestras variedades de ajíes en sus preparaciones, pero hasta el momento ha logrado incorporar rocoto, ají limo, arnaucho o cacho de cabra, y sigue recolectando opciones, aunque se lamenta que por temas de producción no pueda contar con más.
En nuestra visita probamos las navajas parrilleras. Vienen cuatro unidades y se sirven con crema de ají amarillo y se gratinan con queso parmesano y chimichurri. Es un plato que recomendamos comer al momento porque el frío actual puede arruinar el bocado dejando el queso frío y chicloso. Continuamos con el ceviche Hayaq, el más pedido de la carta: pesca fresca y pulpo ahumado. La leche de tigre es de ají amarillo y viene acompañado de palta y camote. El pescado llega firme, jugoso y la porción es justa. Cada quien tiene su ceviche preferido, y tengo que decir que a mí la opción con palta me gusta, aunque pueda generar largos debates. El plato está muy bien balanceado, el picor está controlado y la acidez del limón es rebajada con un par de hielos como debe ser. No hay que olvidar que el ceviche cuenta historias, regala sabor, intensidad y muchas alegrías. Hay que probarlos todos, y éste es bueno, fresco y sabroso.
El pan con pejerrey es contundente. Viene con pejerreyes crujientes, palta, abundante tártara elaborada en casa y el ají Hayaq, potente y bien balanceado. La causa de langostinos es muy buena: masa de papa amarilla cremosa y bien equilibrada. Está rellena de palta y coronada con langostinos en su punto, tomates horneados que aportan un toque sabroso de dulzor y salsa cóctel en cantidad correcta, sin inundar el plato. Cerramos la visita con unos generosos espaguetis a la huancaina con lomo saltado, jugoso y en su punto. Volveremos pronto a probar el espagueti chupero, y el osobuco con puré de zarandajas que tienen buena pinta.
Esperamos encontrar en Hayaq una cocina más personal en nuestra próxima visita, el camino es correcto: cocina de mercado, convincente y con chispa.
Hayaq
Jirón San Diego 365 Surquillo.
Horario: de martes a domingo de 11:45 a.m. a 5:30 p.m.
Reservas: 952 733 306