Hace un par de semanas, visitamos el restaurante de carnes Osso, de Renzo Garibaldi. Desde hace un tiempo, el cocinero viene haciendo pop ups con amigos en divertidos almuerzos. Esta vez le tocó a James Berckemeyer, quien llevó los sabores de Cosme y Alado, sus dos propuestas, al amplio local de San Isidro en un almuerzo divertido y muy sabroso.

Garibaldi celebra este año, doce años de una marca fuerte y poderosa, que abarca varios de los eslabones de la cadena gastronómica: desde chorizos y cortes de carne en supermercados, hasta restaurantes en el extranjero (Sao Paulo, Miami y Bogotá). Osso no es sólo un restaurante de parrilla. Es una propuesta gastronómica de un carnicero que aprendió a poner las manos al fuego para llevar su vocación a la mesa.

Luego de entrenarse junto a alguno de los mejores carniceros del mundo, Garibaldi llegó a Lima y fundó Osso, un espacio que rinde culto a las prácticas artesanales sostenibles, los cortes de maduración perfecta y la salumería bien hecha.

estilo. Imagino que muchos lo recuerdan siempre con sus camisas a cuadros de leñador, sosteniendo grandes cortes de cerdo o res. Garibaldi, saltó a la fama con un concepto transgresor. Una carnicería con estilo único, nunca antes vista en nuestro país, y productos totalmente ajenos al mercado de aquel entonces. Lo que comenzó como una aventura en el 2013, se convirtió en poco tiempo en un referente latinoamericano, que estuvo incluido en la lista latinoamericana de los 50 restaurantes del mundo, además de tener presencia en Miami, Bogotá y Sao Paulo, donde entró en la lista de recomendaciones de la prestigiosa Guía Michelin.

En aquel entonces, Renzo daba un menú degustación en una mesa para sólo 12 personas, en la trastienda de su primer local, en La Planicie, donde el cocinero te iba ofreciendo, una a una, casi todas las partes del animal, y hasta los postres llevaban proteína (quién hasta el momento no haya probado el Osso Mess debe hacerlo cuanto antes).

espacio. Ese espacio se convirtió luego en un restaurante (que hoy ya no está abierto), y luego llegó la apertura en San Isidro con un aforo para 210 comensales. Y donde desde hace unos meses se vienen celebrando almuerzos con diferentes invitados.

En diciembre del 2024 fueron Jessica Rosval de los restaurantes Al gato verde y Casa Maria Luigia de Massimo Bottura en Italia, quien junto a Alfredo Villanueva de Villa Torel en México y Mitsuharu Tsumura de Maido, se unieron a Garibaldi en un sorprendente y divertido almuerzo. Hace un par de semanas, James Berckemeyer compartió carta con el parrillero, sirviendo platillos clásicos de su repertorio como el tiradito con leche de tigre y palta, el suave pastel de choclo con base de ají amarillo y abundante queso mozarella o la carrillera cocida 36 horas acompañada de un cremoso puré de papa.

Por su parte Garibaldi tuvo en carta unos perfectos anticuchos de lengua de res, su clásico steak tartare, unas de las estrellas de la casa. La milanesa de lomo con papas, que les recomiendo probar alguna vez porque el punto de carne es maravilloso. Y su pepper steak, hecho con lomo fino argentino, salsa de pimientas, papas dauphine y demiglace de cerdo.

Dentro de los postres, no podían faltar, la crema volteada de Cosme (Berckemeyer) y el Osso Mess de la casa. En la coctelería, no dejen de probar el Negroni del Carnicero, ganador al mejor negroni 2024. El music set de la tarde estuvo a cargo de Ramón (Novalima DJ y Afrotren DJ Nicolás Juárez. Estén al tanto de las redes del restaurante para más información de eventos y actividades especiales.