El cacao ofrece muchos caminos donde, no necesariamente, tiene que cubrirse toda la cadena desde el cacaotal hasta la barra. Sí, resulta una de las maneras, pero la más complicada y difícil de lograr. Contados los casos exitosos. Tener buen cacao no es sinónimo del mejor chocolate. Qué tal si nos abrimos a alternativas que pueden ser rentables y lo dignifican de igual modo.

Con relativa frecuencia cato tabletas que me parten el corazón, donde un cacao de magnífica calidad se desperdicia. Porque las tabletas se diseñan primero en la cabeza, se analiza el grano, los otros ingredientes y los gustos del mercado nacional e internacional; sí, ese que las comprará y les dará uso. Sino se sumarán a numerosos proyectos de vida corta donde se gasta mucho dinero y esfuerzo, que si no cuentan con el apoyo de instituciones del Estado y ONG´s están destinadas al fracaso.

Para tomar decisiones hay que tener en cuenta que, por lo menos en Perú, son escasas las marcas que logran sostenerse exclusivamente con la venta de chocolate, especialmente tabletas; por lo que tienen que echar mano de otros productos como pastelería, exportar grano, producir otros frutos, en el mejor de los casos, maquilar. A lo que se suma una realidad importante, Perú no es un fuerte consumidor de chocolate.

Hace un par de semanas la fundación de una empresa me pidió que evaluara tabletas de un proyecto, que están asesorando y apoyando en diversas áreas. Hice algunas preguntas, pero la persona que me contactó me dijo que solo se ocupaba de la parte financiera. Luego me informó que reciben asesoría técnica en el campo y en el taller. Pero cuando las tabletas llegaron a mis manos tenían todo tipo de defectos, tanto, que mi recomendación fue no venderlas. Pero lo difícil aquí es que involucra a una comunidad grande, que recibe ayuda de varias instituciones públicas y privadas. Además, el chocolate ya estaba hecho. Solo querían una opinión. No tengo noticias del desenlace de esta historia.

Me quedé pensando en lo difícil que resulta producir cacao, todos los retos que implica para que resultado final no le haga justicia. Qué tal si en vez de elaborar chocolate en una zona donde mantener la cadena de frio es cuesta arriba, se enfoque el esfuerzo a producir un grano de calidad, que se pueda vender a buen precio dentro y fuera de Perú, enfocar la energía en las certificaciones que pide el mercado. Que cuenten por parte del Estado con apoyo en temas de seguridad, vialidad, educación, legislación, asesoría agrícola y comercial, entre otros. Entonces, si se decide hacer chocolate que se tengan claros los retos que eso implica y que posiblemente no será la vía más rentable. Innegable que pocas cosas superan la emoción y el orgullo de un buen chocolate fabricado en Perú con grano nacional. Pero repito, no nos cerremos a otros caminos.

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