“Hay que esforzarnos y ser valientes para salir adelante”
“Hay que esforzarnos y ser valientes para salir adelante”

En marzo de 2012, Martha Anchante ingresó al Programa de Apoyo Nutricional basado en Soya (Pan-Soy), a través del cual distribuyó más de 48,111 raciones de comida y atendió a 410 niños de distintos barrios de Chincha. Además, logró cumplir su sueño de convertirse en una mujer empresaria con la creación de la Pastelería Solange. Así como ella, decenas de mujeres emprendedoras han tenido la oportunidad de crear su propia microempresa y ayudar a combatir la malnutrición en zonas vulnerables. Esta es su historia.

¿Por qué decide dedicarse a la gastronomía? Por necesidad, mi esposo no tenía trabajo y tuve que cocinar para poder ayudarlo. Como mi mamá cocinaba bien, yo traté de aprender para así poder subsistir y ayudar a mi esposo. Cuando trabajaba en el comedor popular, cocinaba y vendía entre 100 y 150 raciones de lunes a viernes. Vi que a la gente le gustaba mi comida, así que pensé: “Cocino rico”.

¿Cómo ingresa a trabajar en un comedor popular? Me invitaron como socia. Como yo tenía necesidades, entré y luego me nombraron presidenta del comedor. Ahí aprendí mucho, aprendí a compartir, porque de pequeña mi madre me enseñó a dar a los demás y me gusta mucho hacerlo, a veces como ella dice, me quedaba hasta sin comer con tal de que todos se alimenten y salieran bien atendidos.

¿Cómo se entera de Pan-Soy? Por medio de una regidora de Chincha, que vino a buscarme al comedor acompañada de la coordinadora, la señorita Carmen. Ella fue la que me invitó a postular al programa.

¿Qué le ofrecieron? A nosotros nos ofrecieron formar una empresa, pero con la condición de que trabajemos y le demos a los niños una ración diaria de soya. Como digo, y lo vuelvo a decir: siempre me ha gustado compartir y eso fue lo que más me motivó. Ellos siempre están al lado de nosotros apoyándonos, ayudándonos a mejorar cada día. Si no fuera por ellos, yo no sabría hacer un queque o una leche de soya. Antes solo sabía cocinar quaker con leche para los niños, pero no un alimento tan nutritivo como la leche de soya.

¿Qué apoyo recibe del programa? Sobre todo nos brindan educación, nos capacitan. Ellos nos han enseñado a trabajar, a hacer empresa. Siempre están ahí para que no decaigamos, nos levantemos y sigamos adelante. Nos prepararon en Senati, donde nos capacitamos en todo lo que se refiere a pastelería, panadería, gastronomía, etc.

¿Cómo le fue el primer año? Para mí no fue fácil, porque yo entré con 12 socias del comedor, pero luego se retiraron y me dejaron sola. Entonces con mi esposo y mis hijos comenzamos a trabajar. Y como me capacitaron, decidí seguir y no paré.

¿Qué rescata de este tipo de iniciativas? Son muy importantes. Yo siempre tuve un sueño, le pedía a Dios tener una empresa, pero nunca pensé que Pan-Soy fuera ese sueño en mi vida. Para mí es algo muy importante porque nadie, de la noche a la mañana, tiene una empresa o comparte de esa forma con los demás. Hay personas que tienen plata y no reparten sus ganancias con la gente.

¿Cómo apoya usted a los niños de su comunidad? Dándoles una ración diaria de leche, arroz con leche, sopa de quinua, frutado de piña o papaya, todo lo que nos han enseñado a preparar. Utilizamos la soya como base, el extracto de soya y el bagazo, en la papa a la huancaína, el frutado o el arroz con leche. Hay bastantes formas de preparar la soya. Consumir este alimento es importante, porque ayuda a combatir la malnutrición en los niños. También es buena para los adultos, pero para los niños es esencial.

¿Qué le aconsejaría a una mujer emprendedora? Que nunca se deje abatir por nada, que siga adelante y se esfuerce. Que cuando decaiga, se levante. Que siempre sea una mujer de retos. Cuando uno decae, después es difícil levantarse. Hay una frase muy linda que me gusta mucho: “Esfuérzate y sé valiente”. Hay que esforzarnos y ser valientes para salir adelante. Lo digo desde mi propia experiencia que todas las mujeres hemos pasado. Todas sufrimos por algo en la vida, algo que nos ha motivado a salir adelante.

¿Qué significa para usted este programa? Es una empresa privada sin fines de lucro que te ayuda a hacer una microempresa, para hacerte crecer más, te enseña a surgir, a que ayudes a un niño a combatir la malnutrición. Yo doy gracias al programa porque ahora tengo una empresa. Me siento muy contenta. Gracias a ellos soy una mujer empresaria con responsabilidad social. Da mucho gusto hacer algo por los demás. Darle una ración a un niño es algo hermoso que tú sientes en el corazón. Te sientes realizada como mujer y como madre. Yo me siento así, como una mujer realizada. Quizá tenga 53 años, pero doy gracias a Dios por todo lo que he pasado, por todo lo que he vivido. Esta es la experiencia más bonita que he tenido en mi vida.///

Martha Anchante, microempresaria, conocida por su carapulcra y sopa seca chinchana. Esta receta la llevó a dar clases magistrales de la región Ica en el espacio Cocinas Regionales de Mistura 2013.

CIFRAS.

- 130 microempresas tiene el programa en 77 distritos de 27 provincias en Cusco, San Martín, Junín, Piura, Ica y Lima.

- 100 raciones gratuitas diarias se entregan en cada comunidad (como mínimo).