Mientras los ojos del Estado y de los peruanos están puestos en la pandemia y en la llegada de un primer lote de vacunas, la ciudad de Huaraz, capital de la región Áncash, corre el peligro de que la laguna de Palcacocha, en las alturas de la ciudad, en la Cordillera Blanca, se desborde y provoque miles de muertos y millonarios daños materiales.

La alerta ha sido dada hace años a través de estudios realizados en distintos países. Recientemente las conclusiones de un nuevo trabajo han sido publicadas en Nature Geoscience por expertos de las universidades de Oxford y Washington, y advierten el peligro que existe en la zona debido al calentamiento global. En Correo lo hemos alertado en diversas ocasiones.

Un desborde de la laguna de Palcacocha, ya sea por el desprendimiento de parte de un nevado vecino o por el constante deshielo, afectaría directamente a la capital ancashina. Esto lo saben muy bien en el Ministerio del Ambiente, en Defensa Civil y en el Estado en su conjunto, pero es poco lo que se ha hecho para mitigar los riesgos.

La laguna de Palcacocha ya se desbordó en diciembre de 1941 y causó cientos de muertos en Huaraz, una ciudad que ha crecido en desorden y que cuenta con construcciones en zonas por donde podría correr el aluvión. La alerta está nuevamente dada.