El pleno del actual Tribunal Constitucional emitió el pasado viernes una resolución realmente increíble y a la vez preocupante, en la que supuestamente se subsana una sentencia del 14 de junio de 2013, que declaraba que las muertes en el penal de la isla El Frontón “no pueden ser calificadas como crimen de lesa humanidad”.

Cabe recordar que en junio de 1986, el terrorismo que asolaba nuestro país organizó en forma coordinada un levantamiento, para lo cual contó con armamento, en los penales de Lima, todo lo cual fue sofocado por el Estado. La Marina, en cumplimiento de su rol constitucional, tuvo a su cargo la develación del motín en el penal de la isla El Frontón, que tuvo como saldo la muerte de muchos de los terroristas, y de nuestro personal caído en acto del servicio.

No soy abogado, pero no puedo dejar de mostrar mi indignación contra este fallo, ya que transgrede las garantías constitucionales y se excede prevaricadora e intencionalmente al variar lo resuelto por la mayoría de los miembros del anterior TC, y que se supone tiene la calidad de cosa juzgada.

Es decir, los actuales miembros del TC han aceptado extemporáneamente, meses después de emitida la sentencia del 2013, un recurso de revisión de aparentes “errores formales” para reexaminar este fallo y con ello han modificado totalmente una sentencia inamovible.

Fallos como este no hacen sino confirmar que la izquierda caviar de nuestro país, las ONG que solo defienden los derechos humanos de los terroristas, amigas complacientes de Sendero Luminoso, continúan en su empeño de perseguir a los miembros de nuestras FF.AA. y PNP que derrotaron al terrorismo, permitiendo la sobrevivencia del Estado peruano. La verdad, a este paso, y con esta justicia, ya no sé dónde estamos ni dónde vamos a parar.